Desde Ushuaia, Viviana Remy ha sido una pieza clave en las campañas de la Fundación Garrahan durante 25 años, liderando la recolección de materiales reciclables para generar fondos en apoyo al hospital.
La fundación Garrahan trabaja denodadamente en todo el país buscando recursos que beneficien directamente a los niños en tratamiento en el hospital, a través de su programa de reciclaje. Viviana Remy, coordinadora de esta iniciativa en Ushuaia, ha dedicado un cuarto de siglo a la recolección de materiales, un esfuerzo que, según afirma, “nace del compromiso con los más pequeños”. Su dedicación no solo respalda al hospital, sino también a la Casa Garrahan, donde las familias encuentran un lugar de apoyo durante los tratamientos de sus hijos.
El programa de reciclado de la Fundación Garrahan, tal como explicó Remy en FM Master’s, va mucho más allá de la simple recolección de materiales. «Todo esto llega a materializarse en la ayuda de muchos lugares del país, porque todos tenemos el mismo objetivo: colaborar con la fundación Garrahan y la fundación a su vez convertir todos estos materiales en dinero que es de una ayuda súper importante», señaló.
Este dinero se utiliza en diversas áreas, desde la compra de equipamiento para el hospital hasta el mantenimiento de la Casa Garrahan, un espacio que brinda alojamiento a niños que deben recibir tratamiento lejos de sus hogares. Remy lo describió como «el hogar lejos del hogar», subrayando la importancia de este lugar para las familias que atraviesan situaciones difíciles de salud.
Una de las contribuciones más relevantes del programa de reciclado ha sido la creación de un laboratorio móvil. Este laboratorio permite que empresas e instituciones realicen donaciones de sangre sin que sus empleados deban salir de su lugar de trabajo. «Ese móvil se compró con el programa de reciclado y medio ambiente», afirmó Remy, destacando la importancia de esta iniciativa en el marco del único hospital del país que no solicita dadores de sangre a los familiares de los pacientes.
Además de contribuir con la compra de equipamiento, las reparaciones dentro del hospital y la creación de un banco de sangre, el programa también apoya la editorial de la revista del hospital y la tienda solidaria. «Todos estos materiales se convierten en nuevos productos que se venden dentro de esa tienda solidaria», explicó Remy, remarcando que todas estas acciones tienen como fin último mejorar la salud de los niños atendidos en el Garrahan.
El trabajo de los voluntarios es fundamental para el éxito del programa de reciclado. Remy destacó que en Tierra del Fuego son dos las personas que lideran esta tarea: ella, en Ushuaia, y Mónica Becerra, en Tolhuin y Río Grande. Ambas realizan esta labor sin recibir ningún tipo de remuneración, lo que a menudo genera confusión en las personas. «Somos referentes voluntarias. Muchas veces nos preguntan cuánto cobramos. No cobramos, es un trabajo voluntario que nace del corazón», explicó Remy, quien se sumó al programa tras conocer la experiencia de la nieta de una amiga que fue atendida en el Hospital Garrahan.
El proceso para recolectar y enviar los materiales a Buenos Aires, donde se encuentra la sede del programa de reciclado, no está exento de dificultades. «A veces es más fácil la primera etapa de contagiar y sumar los materiales, pero sí es muy difícil lograr que los materiales lleguen a destino», admitió. Afortunadamente, en Ushuaia cuenta con la colaboración de varias empresas que le brindan el transporte necesario, pero no todas las localidades tienen esta suerte. «A veces se tiene el material guardado en las localidades y tardan muchos meses y a veces hasta años en enviarlo», relató, poniendo como ejemplo el caso de un voluntario de Paso de los Libres que estuvo años acumulando tapitas sin lograr un transporte para enviarlas a Buenos Aires.
El programa de reciclado de la fundación Garrahan demuestra que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto. Desde la recolección de tapitas hasta la compra de equipamiento médico, cada iniciativa contribuye a mejorar la calidad de vida de los niños atendidos en el hospital Garrahan. En palabras de Viviana Remy, «siempre se ve reflejado en la salud de los chicos».