DELITO SEXUAL. La Fiscalía considera que la condena a 32 años es un hito significativo en Ushuaia
La pena de 32 años de cárcel impuesta a un individuo acusado de cometer abuso sexual, establece un sólido precedente en la lucha contra la violencia de género. La fiscal resaltó la relevancia de la sociedad movilizada y la prevención, para evitar delitos de naturaleza atroz.
La Dra. María Paula Schapochnik, a cargo de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género e Intrafamiliar, resaltó la importancia de la sentencia emitida por el Tribunal Oral del Distrito Sur de Ushuaia, que condenó a un sujeto a 32 años de prisión por repetidos y agravados casos de abuso sexual.
La Dra. Schapochnik señaló: “nosotros invocamos un precedente el año pasado en otra causa donde el Tribunal falló con una condena también bastante elevada”. De esta manera, resaltó la consistencia en la aplicación de penas acordes a la gravedad de los delitos.
En relación a la sentencia actual, la fiscal afirmó: “entiendo que todos los elementos que se aportaron a la causa justificaban, sobradamente, el monto que nosotros pedimos y que los jueces del Tribunal fallaron”. Esto refuerza la solidez del caso presentado y el respaldo del tribunal a las pruebas presentadas.
Schapochnik describió el contexto del caso como “horroroso” y expresó su preocupación ante la situación: “es una condena que tiene un contexto que tiene que ver con lo horroroso de la situación y con la calidad y edad de las víctimas. Además, la indeterminación en cuanto a la cantidad de hechos, todos del mismo tenor. Es un contexto bastante grave, horroroso y preocupante”.
La fiscal resaltó la importancia de la movilización social y la prevención en la lucha contra el abuso sexual: “sabemos que está toda la sociedad movilizada por estos temas, no solo porque estén en agenda, sino porque son realmente un problema” y agregó que la educación sexual integral en las escuelas “es un tema central para prevenir, que niños, niñas y adolescentes puedan hablar libremente de las cosas que los preocupan, que los angustian. Que puedan contar con adultos comprometidos alrededor, son factores que inciden respecto a que estos hechos no ocurran”.
En cuanto a la postura del Ministerio Público, la Dra. Schapochnik enfatizó: “hay una intención institucional, o al menos del Ministerio Público, de avanzar prioritariamente con estos casos. En el sentido que no admiten ninguna otra instancia que no sea el juicio y la condena. Eso es a lo que nosotros apuntamos”.
Lugo destacó la necesidad de abordar estos casos con seriedad y enfocarse en la justicia para las víctimas: “después hay situaciones menos graves, que, eventualmente, transitan por otros canales, como puede la justicia restaurativa, la mediación, la conciliación, etc., que no son los casos de esta naturaleza o con estos niveles de gravedad”.
Finalmente, la Dra. Schapochnik resaltó la complejidad del trabajo en este campo y la importancia de abordar tanto los casos emergentes como la prevención y la rehabilitación: “siempre esto se da en una realidad compleja, en donde todo hay que trabajarlo a la vez. El hecho emergente, grave como fue este caso, y por otro lado siempre trabajar particularmente en prevención, contar con equipos de salud que puedan trabajar en la reparación o la rehabilitación. Son todas cuestiones que funcionan a la vez” concluyó.
