El espontáneo cántico de la hinchada argentina que los reivindica en una frase, “nos re significa”, dijo Daniel Guzmán, excombatiente de Malvinas y periodista de Ushuaia. Los alienta en la lucha, y le “pasa por encima y pulveriza” a la tibia posición del gobierno nacional en la causa Malvinas.
Daniel Guzmán le puso palabras al significado de la impresionante y espontánea reivindicación de “los pibes de Malvinas”. Es, sin dudas, el himno más popular de la selección argentina de fútbol que acaba de coronarse campeona del mundo en Qatar.
“Conmovedor, estoy conmovido” reconoció Daniel por FM Master’s, con la voz aún afectada por haber participado durante varias horas de las celebraciones mundialistas en la capital fueguina, que confluyó espontáneamente hacia el monumento a Malvinas, donde se vivió el clímax del emocionado festejo.
Entre los dos extremos de los recuerdos de la guerra, por un lado, y de su incansable y monolítica lucha diaria que libra desde su portal Agenda Malvinas en términos de defensa de la verdadera soberanía, por el otro, Guzmán intentó definir el sentido central del cántico de la hinchada argentina, que volvió a poner en el mapa a la causa Malvinas, por sobre cualquier otro método en 40 años de posguerra:
“Le mandé un mensaje al gobernador pidiendo que diera hoy asueto en la provincia, para que los fueguinos pensáramos en este proceso conmovedor en el caso de Malvinas, un gran reimpulso para quienes hemos decidido seguir luchando” refirió.
La espontánea y no dirigida frase incorporada en la canción adaptada del grupo La Mosca, tiene un doble significado para el ex combatiente ushuaiense “en términos sociales y políticos”, por cuanto no es un cántico “que inventó Alberto Fernández, ni el gobierno, sino que sale de la propia gente y le pasa por arriba a los 40 años de lo que estuvo haciendo y promocionando el gobierno nacional”.
Daniel ahondó en su férrea crítica sobre el gobierno nacional por su política sobre Malvinas, y señaló enfáticamente a “un gobierno que en un año ha intentado plantear la apología de la guerra para no hablar de los temas presentes en Malvinas. Esto los pasa por encima, los pulveriza”.
Luego reparó en otro de los espontáneos simbolismos que, en el caso muy particular de Ushuaia, despertaron los festejos: la columna principal de los celebrantes, sin dirección de nadie ni planificación alguna, se dirigió en un momento de la tarde desde la plaza Cívica masivamente hacia el monumento a Malvinas. Allí Daniel encontró “rostros desinhibidos, sin protocolo, descamisados, los bombos, las banderas revoleando arriba del monumento, descontracturados”. Sin dudas, un momento muy significativo que le recordó “en el año 93 cuando empezamos a pensarlo, y que lo puso en marcha (el ex intendente) Mario Daniele. Realmente es todo un símbolo, 40 años después”.
Retrocedió 40 años en su emocionado recuerdo, cuando en marzo de 1982 “había cumplido 20 años hacía poco tiempo, había hecho la colimba en el año 81. Me dieron de baja el 13 de enero del 82 y el 28 de marzo me volvieron a llamar”. Recibió ese día un telegrama en la casa de sus padres, a donde había regresado para reincorporarse a la Universidad. La misiva decía que tenía 72 horas para presentarse en el regimiento de Infantería 25, en Chubut.
“Pensé que me había mandado una cagada, no entendí por qué me mandaban. Después pensé que era una broma de mi mamá, una buena gallega bromista. Me asusté y llamé a dos compañeros y a ellos también los habían llamado”.
El 1 de abril llegó de nuevo al 25 de Infantería llegamos. Al día siguiente, a las 6 de la mañana, “fanfarria, disparos de salva en la Plaza de Armas, porque el regimiento y el batallón de infantería 2, habían recuperado Malvinas. Ahí recién entendimos lo que había sucedido”.
Trajo también a colación otro vínculo entre Malvinas y el fútbol, cuando en aquel 1982, “un día antes de la rendición de Puerto Argentino, el 13 de junio del 82, se inició el Mundial de España, en el medio del combate estábamos intentando saber qué pasaba en el Mundial”. Así de insólitos resultaron aquellos momentos para Daniel y los pibes de Malvinas, inmersos en una guerra en donde sus propios oficiales “nos quitaron las radios para que no sigamos la información, y ese día nos dieron la radio para escuchar el Mundial”.
Guzmán, después del verdadero cimbronazo del Qatar y su canto emblemático, piensa cómo reconfigurar esta energía tan motivacional, en un elemento del proceso de lucha que lleva adelante: “porque lo que vimos en estos días en la selección es la capacidad de caerse y levantarse, de perder y volver a presentarse y ganar. Ese es el gran mensaje. Yo que soy experto en haber perdido las batallas y combates y seguir luchando, ahí hay una raíz profunda que está mucho más allá de lo deportivo y lo político”.
Consideró además “una apelación muy fuerte en contra del colonialismo” las impresionantes muestras de apoyo a nuestro equipo y fervorosas celebraciones pro argentinas en naciones como Bangladesh, India, Irlanda, todas víctimas en algún momento de su historia de la voracidad colonial inglesa: “es la motivación mundial del desprendimiento, de sentirse libre en estas expresiones, aunque sean instantes”.
A su vez, eso mismo constituye para él “una apelación a este gobierno nacional de tibios y cagones. El pueblo le está diciendo hace falta coraje para dar vuelta estas cosas, aunque sea en estos momentos mínimos del deporte, pero de una pasión profunda. Es una confrontación contra el poder simbólico real”.
Intentando resumir su sentimiento actual, visiblemente conmovido dijo sentir que “estamos a pocos días de los 190 años de ocupación británica. Es una energía doble para mí entender en el 2023 el trabajo y la lucha que voy a presentar por la cuestión Malvinas a donde sea” principalmente en términos educativos y pedagógicos, los ejes de su incansable faena. “Es una gran fuerza y energía y un sopapo para este gobierno nacional de tibios y cagones, que lo único que ha hecho son muecas y morisquetas”.
Sobre el final de la emotiva entrevista, Daniel Guzmán pidió que lo dejen despojarse por un momento de la racionalización enfermiza que de todo se hace: “dejame a mí, como ex soldado, escuchar al pueblo, ver en Bangladesh, en Barcelona, en Irlanda, cantando ‘los pibes de Malvinas’. Me siento re significado por lo social, porque no nace de un eslogan político. Dejame que esto, a los 40 años de la guerra, viendo que sale de la misma gente esa expresión, yo me siento re significado”.