La reciente salida de Ernesto «Nene» Löffler del Consejo de la Magistratura y de los lugares de decisión del Superior Tribunal de Justicia marcó un cambio fundamental en la dinámica del Poder Judicial y político en Tierra del Fuego en el último mes del 2024. Su acumulación de poder desproporcionado, cuestionamientos éticos y la controvertida decisión sobre la sucesión de hechos en torno a la suspensión de las elecciones constituyentes desencadenaron la pérdida de su liderazgo político y judicial.
El ascenso de Löffler
Ernesto Löffler fue designado en medio de la controversia decisión de ampliar la Corte durante la pandemia, cuando se llevó de 3 a 5 jueces la integración del máximo tribunal provincial. La decisión fue extremadamente polémica por el contexto en que se produjo y en la nulas consecuencias funcionales en la administración de Justicia. La decisión de entornar en la cabeza del poder al ex camarista y ex diputado mopofista se dio en el contexto de la crisis sanitaria y forzó toda la estructura política provincial.
Desde el momento mismo en que se presionó la dinámica institucional provincial (se votó en plena cuarentena la inncesaria ampliación del STJ) se dejó en claro que se construiría un desequilibrio en la toma de decisiones dentro del poder judicial.
La selección de Ernesto Löffler en el Consejo de la Magistratura se realizó en un concurso donde se anunció que se priorizaría la selección de las candidatas mujeres, acción que fue culminó con la desprolija y manipulada decisión de nombrar al candidato que se sabía de antemano que ganaría el proceso de selección. Su nombramiento sentó las bases para una creciente acumulación de poder por su parte.
Löffler, a través de la militancia de su primo, el actual camarista civil Francisco José Capellotti, había instrumentado la recolección de apoyos y firmando avales que ensalzaban su candidatura dentro del Superior Tribunal de Justicia. Y todo se sucedió tal como se había proyectado: una serie de incursiones en el ámbito político, donde su papel comenzó a difuminar la línea entre el poder judicial y ejecutivo.
Consolidación de poder y confusión de Roles
Con el tiempo, Löffler ejerció una influencia sin precedentes, interfiriendo en causas judiciales a través de los juzgados de primera instancia y en las Cámaras de Apelaciones. Su estrategia incluyó la designación de aliados políticos y judiciales, como también familiares en posiciones clave, lo que lo convirtió en una figura de poder político real, desdibujando la jerarquía institucional y desafiando al poder ejecutivo provincial y a las intendencias.
Sin embargo, su ambición culminó en una decisión judicial sumamente controvertida; la suspensión de las elecciones para la reforma de la constitución provincial, dictada horas después de la presentación del legislador Jorge Lechman. Esta acción insólita, que afectó gravemente la estabilidad política, fue interpretada en distintos sectores como un intento de Löffler de posicionarse como el principal actor de poder en Tierra del Fuego.
Desplazamiento y reorganización del Poder Judicial
El desenlace llegó en diciembre, cuando se reconfiguró el consenso de gobernabilidad en la provincia entre el Gobierno Provincial y el Municipio de Ushuaia. Sin demasiado alboroto, y casi con normalidad institucional, se motorizó conjuntamente la salida de Löffler y Lechman del Consejo de la Magistratura. El cambio incluyó la asunción de la jueza Edith Cristiano a la presidencia del Consejo y el regreso de María del Carmen Battaini a posiciones resolutivas e institucionales en el Superior Tribunal de Justicia. También la incorporación de la legislador Victoria Vuoto al organismo de selección y remoción de jueces.
La reconfiguración del sistema político no solo marca el fin de un periodo de influencia de Ernesto ¨Nene¨ Löffler, sino que también muestra la construcción de un nuevo equilibrio dentro de la estructura judicial y política fueguina.
Sobrevuela la pregunta del millón: ¿Es un desplazamiento permanente del núcleo del poder fueguino o es una salida para después volver?
