El legislador provincial de Forja, Federico Sciurano, ofreció una mirada crítica sobre el cambio político argentino desde el 2001, destacando el impacto en la interna de la Unión Cívica Radical.
En una reflexión sobre la reciente elección interna de la Unión Cívica Radical (UCR) de Tierra del Fuego, el legislador provincial de Forja, Federico Sciurano, por primera vez sin participación en la contienda del radicalismo, ofreció una visión crítica sobre el panorama político argentino, destacando cambios profundos desde el 2001.
Sciurano, por FM Master’s, planteó que el sistema político argentino ha experimentado transformaciones significativas, alejándose del tradicional bipartidismo que solía caracterizarlo. «Hasta el 2001, teníamos una figura del desarrollo político argentino, que era un desarrollo bipartidista, similar al de Estados Unidos, donde el radicalismo y el justicialismo iban alternándose en la distribución de los espacios de poder», enfatizó.
Sin embargo, la crisis económica y política del 2001 marcó un punto de inflexión. «Cuando viene el 2001, viene con un quiebre, un desmembramiento de los partidos políticos como los conocíamos», afirmó. Tanto el radicalismo como el justicialismo se vieron obligados a adaptarse a una nueva realidad, caracterizada por el surgimiento del kirchnerismo y un posterior «bicoalicionismo».
Esto implicó una concentración de poder en el kirchnerismo, junto con la formación de coaliciones de oposición, como Cambiemos y luego Juntos por el Cambio. «Todo ese proceso de evaluación que uno puede identificarlo claramente y donde además tenías ideologías bastante claras en cuanto a qué representaba cada uno, tiene una nueva realidad y un impacto en la neuralgia del desarrollo de la política en Argentina, donde Juntos por el Cambio pierde la línea de representatividad de un sector muy significativo de la sociedad», señaló Sciurano.
El legislador destacó que esta pérdida de conexión con la sociedad se refleja en la falta de una identidad clara dentro de Juntos por el Cambio. «Hoy cuesta identificar quién es la opción de gobierno con respecto al presidente Milei. Eso tiene, evidentemente, una consecuencia en la neuralgia del armado político argentino que son los partidos políticos», afirmó al respecto.
Esta desconexión ha permitido que fuerzas políticas emergentes accedan al poder. «Esto genera que una fuerza política que no tenía trayectoria histórica en la Argentina, como es el partido o la coalición que representa el presidente de la Nación, esté hoy gobernando la Argentina, habiendo generado un desmembramiento de lo que, teóricamente, el oficialismo puede tener enfrente», según explicó.
En resumen, el análisis de Federico Sciurano destaca la complejidad del panorama político argentino, marcado por cambios profundos desde el 2001, que han llevado a una fragmentación de los partidos tradicionales y a la emergencia de nuevas fuerzas políticas. «La atomización de la política ha generado que la representatividad de una mirada de lo que podría haber sido hace un par de décadas atrás un partido político, hoy tiene un universo muy limitado», concluyó el legislador.
