La iniciativa del presidente Javier Milei de derogar la Ley de Alquileres en Argentina, generó gran entusiasmo en el sector inmobiliario. Sergio Arroquy, del Colegio de Martilleros, analizó los posibles efectos virtuosos de la medida en el sector inmobiliario.
En un análisis expuesto en FM Master’s, Sergio Arroquy, presidente de Fiscalización del Colegio de Martilleros, Tasadores y Corredores de Tierra del Fuego, desglosó las implicancias de la propuesta del presidente Javier Milei de derogar la Ley de Alquileres en Argentina a través del polémico Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Arroquy aportó su perspectiva sobre cómo esta medida podría remodelar el paisaje del mercado inmobiliario argentino, enfocándose en la dinámica entre propietarios e inquilinos.
Según Arroquy, la derogación no solo «flexibilizará mucho el tema de la negociación entre propietarios e inquilinos», sino que también tendrá un impacto en la oferta de propiedades en alquiler. En sus propias palabras, «esto va a generar más oferta y le va a permitir a los inquilinos tener mayor capacidad de negociación». Argumentó que la competencia resultante entre propietarios para atraer inquilinos llevará a una flexibilización de las condiciones de alquiler.
El presidente de Fiscalización utilizó analogías para describir la rapidez con la que espera que se produzcan estos cambios. Comparó el proceso con el «efecto resorte o el efecto péndulo», sugiriendo que la liberación de restricciones podría desencadenar un ajuste rápido del mercado inmobiliario hacia un punto de equilibrio.
Arroquy también abordó la necesidad de una «reeducación como consumidores», destacando que, en este caso los inquilinos, tendrán un papel más activo en la determinación de precios y condiciones: «Los consumidores somos dueños de aceptar o no los precios, de convalidar o no» definió.
El presidente de Fiscalización concluyó su análisis proyectando que la derogación no solo afectará el mercado de alquileres, sino que también anticipa un próximo cambio en relación con los créditos hipotecarios: “Van a haber dos etapas, una tiene que ver con la parte de alquileres y otra con la parte de créditos hipotecarios que va a ser el próximo paso que inexorablemente tiene que dar este gobierno”.
“Para el mercado va a ser positivo, sin dudas. Todo lo que significa desregulación, para los mercados le permite que los operadores del mercado, demandantes y oferentes, puedan entrar y salir con mayor libertad”, señaló resumiendo su particular visión, donde los cambios representarían una oportunidad para que los consumidores ejerzan su poder de elección y negociación, marcando el pulso en la evolución del mercado inmobiliario.