MARCHA. Es crítica la situación edilicia de la Escuela Especial Kayú Chenen

La escuela especial Kayú Chenen de Ushuaia enfrenta graves problemas estructurales que interrumpen el normal desarrollo de las clases. La comunidad educativa encabezó una marcha para expresar su preocupación por la situación.

María José Pazos, integrante de la Comisión de Personas con Discapacidad de la Confederación de Trabajadores Argentinos, y mamá de un alumno, denunció los constantes inconvenientes en una entrevista por Radio Nacional Ushuaia.

“Vivimos las familias como en un cuartel de bomberos, siempre esperando que suene la próxima alarma”, afirmó Pazos, haciendo referencia a la serie de eventos desafortunados que han afectado a la escuela. Desde el año 2019, se han reportado accidentes relacionados con los vidrios del edificio, y la situación se ha agravado con el paso del tiempo.

Durante el año 2020, la escuela estuvo cerrada debido a la pandemia, y en 2021, a pesar de retomar las clases de manera presencial con protocolos, la continuidad pedagógica y la inclusión de los estudiantes se vieron comprometidas: “en un proceso de inclusión de educación especial, los objetivos son siempre distintos, pero la continuidad pedagógica y la continuidad en el proceso de inclusión es lo fundamental”, expresó al respecto.

La infraestructura de la escuela Kayú Chenen, con más de 30 años de antigüedad, ha sufrido un deterioro considerable. La reparación de la caldera, que es clave para el funcionamiento del edificio, ha sido insuficiente. Además, el año pasado, las clases finalizaron dos semanas antes debido a una fuga de monóxido de carbono que llevó a que algunos docentes fueran hospitalizados.

María José Pazos lamentó la falta de respuesta por parte de las autoridades gubernamentales, incluso después de haber abordado al gobernador Gustavo Melella durante el primer encuentro del Consejo Federal de Discapacidad en Ushuaia. “Sentimos que están subidos al caballo de la victoria porque nos ignoran con todas las ganas, a todas las familias”, expresó.

Consignó además que el equipo directivo de la escuela enfrenta un desgaste continuo, ya que diariamente se presentan problemas. La falta de mantenimiento preventivo ha llevado a situaciones como la clausura de ocho baños, la ausencia de calefacción y la filtración de agua desde el techo.

Ante las declaraciones del secretario Mauricio Turdó, quien intentó desmentir públicamente las denuncias del equipo directivo, María José Pazos expresó su indignación: “es de un mal gusto, de una falta de ética y respeto, que la verdad siento que como sociedad nos estamos convirtiendo en la mínima expresión de empatía, de ser solidaria con el otro, de entender las necesidades del otro”.

Así como la comunidad educativa de la Escuela Especial N° 1 Kayú Chenen, dijo que otros establecimientos educativos de la provincia también reclaman un plan de mantenimiento preventivo y exigen ser escuchados por las autoridades.

“Todo está atado con alambre, es muy fácil que sucedan estas cosas cuando no hay interés de la otra parte y lamentablemente en todos estos años, la gestión anterior y lo que va de esta gestión, y no sabemos qué va a pasar para el futuro, porque subidos como están al caballo de la victoria no vemos que haya intenciones siquiera de recibirnos o escucharnos hoy con nuestros planteos” concluyó María José Pazos.