El experto en nuevas tecnologías digitales Sebastián Lorenzo, profundizó sobre el arribo de nuevas herramientas que convertirán a Internet en un inmenso escenario tridimensional, y la posición relativa que, en ese mundo nuevo, ostenta nuestra Argentina.
Sebastián Lorenzo es el presidente de la Fundación de Sociedades Digitales, una asociación civil que el pasado 5 noviembre organizó el Foro de Sociedades Digitales, un evento virtual con eje en el advenimiento del metaverso como tecnología digital que gana espacio en Internet en forma acelerada.
En el contexto del interesante encuentro, en diálogo por FM Master’s el experto abordó además algunas consideraciones globales y generales sobre la influencia que las nuevas tecnologías disruptivas provoca tanto en los usuarios como en los Estados.
Lorenzo evaluó el flujo de ingreso a nuestro país de algunas de esas nuevas herramientas, rayanas con la ciencia ficción, en una mirada sobre el contexto para mensurar, en definitiva, cuán lejos estamos.
En términos de conectividad, crucial para la incorporación de las novedades internáuticas, sorprendentemente consideró que “como país no estamos en el fondo del tarro ni estamos en la cresta de la ola. De Latinoamérica somos seguramente el país, junto con Colombia, de los más avanzados en términos de cantidad de implementos, ancho de banda en el país, etc. Si nos comparamos con Europa y Estados Unidos, estamos un año atrasados”.
De hecho, reparó en el gran crecimiento que en Argentina ha experimentado la conectividad en los últimos cinco años, “sobre todo con el teléfono con 4G en el teléfono. Hay muy pocos lugares que no tienen conectividad de 4G, en ciudades”, distinguiendo que fuera de las ciudades “sí es cara la conectividad satelital”.
“Tenemos en general un país con buena conectividad, si ves a países vecinos. En Internet, no va a haber menos conectividad mañana que ayer. Uno se obliga a ir pensando hacia adelante y habrá temas que solucionar por el camino” avizoró en cuanto al futuro no lejano de más calidad de conectividad con la llegada de 5G.
Asimismo, se refirió a un enfoque casi filosófico subyacente en las nuevas formas de acceder a Internet y nuevas tecnologías y plataformas, en tanto pasibles de pasar por el filtro de la soberanía política nacional a su llegada a nuestros países: “Esto tiene hardware y software. El software es el programa en forma cada vez más avanzada, con niveles de programación e inteligencia artificial, programas que aprenden solos y se mejoran automáticamente” planteó.
Se trata sin dudas de tecnología extractivita de datos, donde “uno tiene que firmar convenios en inglés y a partir de ahí nuestros datos pasan a estar en servidores, en la nube, en otros países”.
Este punto crítico, cómo va a llegar esa tecnología, es objetivo de debate permanente en la fundación que Sebastián preside. Según su análisis, se plantean tres escenarios: “Que no venga la tecnología, la hacemos nosotros. Que venga como sea, total, va a crecer libremente y nos va a servir a todos. O, una posición intermedia, poder auditar los algoritmos, auditar la tecnología que ingresa, con fluidez para que sea rápido, pero que antes de expandirse por todo el país podamos saber, como Estado, qué tiene adentro cada programa, adónde va a mandar nuestra información cuando demos aceptar, cómo va a ser el trato de esos datos”.
Por todo este concienzudo análisis es que Sebastián Lorenzo concluye que “en el mundo de hoy, el petróleo son los datos”. “Quienes ostentan más datos de cualquier ciudadano, de cualquiera de los países de nuestra región, más que los propios sistemas de medición nuestros, son empresas transnacionales”, compañías de inconmensurable poder y llegada, a quienes debemos constantemente, con o sin consciencia, extenderle autorización para hacerse de nuestros datos, si queremos participar de las mieles del avance tecnológico mundial.