El economista Juan Pablo De Luca evaluó cómo el nuevo liderazgo republicano en EE. UU. podría afectar las exportaciones fueguinas y la geopolítica regional. Anticipó posibles cambios en el comercio internacional.
La reciente victoria del magnate republicano Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha generado inquietudes sobre su impacto en el comercio global y en la economía de Tierra del Fuego. El economista riograndense Juan Pablo De Luca ofreció su análisis en FM Master’s, evaluando el posible efecto de sus políticas proteccionistas sobre las exportaciones fueguinas, y cómo el nuevo escenario geopolítico podría redefinir las relaciones comerciales y estratégicas en la región
En el ámbito de las exportaciones, De Luca señaló que Estados Unidos representa un destino significativo para los productos fueguinos. “En Argentina, Estados Unidos es el quinto país en destino de exportaciones, pero en Tierra del Fuego es el cuarto destino de las exportaciones de la provincia, con alrededor del 10%”, explicó.
La provincia exporta principalmente productos de la industria pesquera y manufacturas plásticas, destacándose las geomembranas utilizadas en la producción agropecuaria y en proyectos mineros, como las que produce la empresa Río Chico en Río Grande. “En particular podríamos decir que son silobolsas lo que exportamos al mercado estadounidense con mayor fuerza en los últimos cuatro años”, añadió.
Para el economista, uno de los factores clave que podría incidir en las exportaciones fueguinas es la política de “América Primero” que caracteriza a Trump, cuyo enfoque proteccionista podría traducirse en barreras arancelarias y encarecimiento de los productos argentinos en el mercado estadounidense. “Primero y principal, cuando hablamos de Trump pensamos en el American First, América primero, que es una política proteccionista. En particular para nuestras exportaciones puede implicar mayores aranceles para productos argentinos, un encarecimiento de las exportaciones fueguinas a Estados Unidos porque la idea es priorizar la producción local, como política proteccionista”, expuso De Luca.
El análisis también sugiere que una eventual firma de un tratado de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos podría alterar el panorama productivo en Tierra del Fuego. “Acá sí podría haber un impacto en la producción industrial fueguina, pero también se podrían beneficiar algunos que otros productos, sobre todo los que tengan que ver con los recursos naturales y la entrada a Estados Unidos”, reflexionó De Luca, considerando que algunos sectores podrían beneficiarse de un acuerdo bilateral que facilitaría el acceso al mercado estadounidense.
En el plano financiero, la relación entre Argentina y Estados Unidos podría fortalecerse debido a la afinidad política entre Trump y el presidente Javier Milei. “El presidente Javier Milei apostó fuertemente por la candidatura de Donald Trump y ganó, entonces sale fortalecido en esta apuesta al republicano. Hay que ver ahora cuánto de toda esta apuesta Donald Trump termina pagando, pero de mínima efectivamente va a haber un rollover de la deuda. Hay muchos vencimientos de la deuda externa argentina que cae en los próximos años”, explicó.
De Luca indicó que, ante la complejidad para saldar las obligaciones financieras, Argentina podría verse en la necesidad de recurrir a una reestructuración de sus deudas o de obtener nuevos créditos, en un contexto en el cual la relación con el Fondo Monetario Internacional cobra relevancia.
El análisis de Juan Pablo De Luca también abordó las posibles repercusiones geopolíticas de la presidencia de Trump, destacando que el apoyo de Estados Unidos al Reino Unido podría intensificarse, lo cual impactaría directamente en Tierra del Fuego. “Sin duda Trump mantenga, e incluso refuerce, el apoyo de Estados Unidos al Reino Unido y entonces lo que vamos a ver en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur es una mayor presencia de la OTAN”, afirmó. La organización, que incluye a Estados Unidos, Reino Unido y varios países europeos, podría consolidar su presencia en la región del Atlántico Sur, manteniendo su respaldo a la postura británica en el conflicto por las Islas Malvinas.
El análisis plantea un panorama complejo para Tierra del Fuego, en el cual factores económicos, comerciales y geopolíticos se entrelazan ante la perspectiva de un nuevo ciclo de gobierno en Estados Unidos.