La docente Dahiana Tévez Moreno compartió su experiencia en la escuela 38 en la Antártida. La temporada inició virtualmente en Buenos Aires, luego se trasladaron a la base. Sus tres hijos se adaptaron y disfrutaron a pleno en tan particular lugar.
La docente fueguina Dahiana Tévez Moreno vivió una experiencia única durante la temporada 2023 al ejercer en la escuela 38 presidente Raúl Alfonsín de la base Esperanza, en la Antártida argentina. Durante nueve meses, Tévez Moreno y su familia compartieron un ciclo lectivo inusual, iniciando de manera virtual desde Buenos Aires debido a las dificultades logísticas en la base.
«La verdad que fue un sueño hecho realidad. Estoy muy contenta de haber formado parte de la escuela N° 38. Fue algo muy lindo que podemos compartir con nuestra familia», expresó por FM Master’s la docente sobre su experiencia en el continente blanco.
La virtualidad se mantuvo al inicio debido a la imposibilidad de trasladar a las familias a la base, que contaba con una gran afluencia de personas. «Comenzamos el ciclo lectivo 2023 de manera virtual con los chicos desde Buenos Aires», señaló Tévez Moreno.
La escuela es plurigrado, abarcando diferentes niveles, desde sala de cinco hasta sexto grado, incluyendo adolescentes de secundaria que trabajan con una tutora y jóvenes con educación a distancia. En total, eran 18 estudiantes.
La maestra destacó la adaptación de sus tres hijos a la vida en la Antártida: «No querían volver, fue todo rápido». La familia tenía ya programada la salida de la base, pero los niños, acostumbrados a jugar al fútbol fuera de la escuela con pingüinos de testigos, resistían la partida.
«Gracias a Dios se adaptaron rápidamente, que fue lo más importante para mí como mamá. Saber que ellos se adapten, que estén contentos en el lugar donde estaban. Superaron mis expectativas», comentó Tévez Moreno sobre la rápida adaptación de sus hijos a las condiciones extremas del entorno.
La docente resaltó la importancia del entusiasmo de los padres y la disposición de sus hijos para sobrellevar las condiciones invernales con pocas horas de luz. A través del Facebook de la escuela, compartió imágenes de los niños jugando al aire libre con pingüinos de fondo, ejemplificando la singularidad de su vida en la Antártida.
