Diana Méndez, una correntina de 50 años construyó su “ranchito” a la vera del Beagle, en la zona de Almanza. Allí, en su pequeño restaurante, diseña el menú de cada día con los visitantes, con los productos frescos de mar que ella misma pescó en el día.
Se llama Diana Méndez y nació en la provincia de Corrientes hace 50 años. Llegó a Ushuaia en 1995, el año de la histórica nevada. Se adentró en el conocimiento del mar y sus bondades, capitaneó barcos por el Beagle y aprendió a pescar, y cocinar, los exquisitos alimentos que el generoso canal ofrece.
En Puerto Almanza creó tiempo atrás junto a su ex marido un emprendimiento gastronómico familiar. Luego decidió seguir por su cuenta. Buscó un recóndito sitio alejado de todo, donde proyectó, y de a poco construyó su “ranchito” de tres por seis metros. De cara al mar, su vereda es el Beagle.
Hace exactamente un año, el 18 de enero de 2022, inauguró allí su pequeño restaurante para seis cubiertos. Lo llamó “Alma Yagan, cocina ancestral”. Los comensales los trae una agencia de turismo de Ushuaia, y en los días que eso no ocurre, recibe con mucho gusto a residentes fueguinos, previa reserva por whatsapp. En el poco tiempo recorrido, su historia fue contada por varios importantes medios nacionales.
“La propuesta es muy sencilla, muy simple, es venir a compartir la experiencia de mi rancho muy chiquito, tengo la mesa del comedor y el desayunador, son solamente dos espacios con capacidad cada uno de seis personas, máximo doce” define Diana por FM Master’s, en el día del primer cumpleaños.
Sin carta ni menú estructurado, la cocina se enciende una vez que las visitas, junto con Diana, definieron lo que quieren comer: “de alguna manera colaboran, participan, vemos qué les gusta comer, qué no. No hay un menú en donde vos puedas elegir, sino lo que hay, la pesca del momento combinada con lo que tiene el bosque, la costa”.
Cinco pasos, cuatro salados, uno dulce, la degustación de lo que sale ese día, salmones, róbalos, centolla, sardinas, mejillones, cholgas, sabores que buscan, combinan y comparten, anfitriona y comensales.
“La gente que viene de visita queda alucinando con el entorno, con el lugar, con la parte geográfica, es impactante encontrarte con el canal después de caminar por un sendero dentro del bosque”, denota.
Como el “ranchito” no se ve desde la ruta K, para llegar hay que completar un pequeño trekking por el tupido bosque, para a los diez minutos ganar la costa del canal y, en esa vista impresionante, descubrir “Alma Yagan, cocina ancestral”.
“Jamás me imaginé que iba a venir tanta gente” dice sobre el final de la entrevista Diana Méndez, orgullosa de su novel emprendimiento que ya da mucho que hablar. Así lo reflejan turistas de todo el mundo, de las provincias, de Ushuaia, de Río Grande, personalidades, cocineros famosos, actores, y tantos visitantes que en el poco tiempo transcurrido han ayudado a cimentar el sueño de Diana, que ya es una realidad.
