El titular de la Caja de Previsión Social de Tierra del Fuego valoró la estabilidad económica y financiera de la institución, destacando estrategias que aseguran buen desempeño en el presente ejercicio y perspectivas optimistas para el futuro.
Roberto Bogarín, titular de la Caja de Previsión Social de Tierra del Fuego, aseguró que la entidad atraviesa un momento de equilibrio financiero, luego de su reciente exposición en la Comisión de Presupuesto de la Legislatura. En declaraciones a FM Master’s, destacó los logros alcanzados, los planes en marcha y el panorama positivo que se proyecta para el próximo año, subrayando que el organismo está en una posición de solidez.
“Hoy la Caja se encuentra en una buena situación económica y financiera. Tenemos contemplados muchísimos planes de acciones para el año que viene”, afirmó Bogarín, subrayando que los ejercicios financieros recientes han arrojado resultados positivos. Según detalló, estos superávits han sido clave para realizar inversiones estratégicas. “Principalmente se han utilizado los remanentes o los superávits financieros para poder invertirlos”, explicó.
Uno de los aspectos destacados por el presidente fue el impacto de las leyes especiales y la contribución de las utilidades bancarias, que han reforzado las finanzas de la institución. “Lo importante en un presupuesto siempre es que el resultado económico sea positivo, en este caso dio positivo también. Este año particularmente, más allá de los recursos corrientes, tuvimos también las utilidades del banco, por la emergencia también fue ingresado, también algunas leyes especiales”, precisó.
De cara al 2025, Bogarín anticipó que las inversiones y el vencimiento de ciertos cánones contribuirán a consolidar los buenos resultados financieros. “Esperamos también que esos resultados el año que viene sean mayores, justamente porque se va a crear un plan de inversiones y también se dieron algunas causas de algunos cánones que también se van a vencer el año que viene”, indicó.
La Caja administra un sistema que beneficia a aproximadamente 7.200 jubilados y pensionados en la provincia. Su principal fuente de recursos proviene de los aportes y contribuciones de los trabajadores, los cuales han mostrado un excedente respecto a los gastos correspondientes. A estos ingresos se suman los derivados de la Ley de Emergencia y convenios de pago específicos.
Uno de los desafíos actuales para la institución es la gestión de los trámites de jubilación anticipada, un beneficio al que pueden acceder las personas con 55 años de edad y al menos 30 años de aportes, de los cuales 20 deben haber sido realizados a la Caja. Sin embargo, la falta de herramientas informáticas actualizadas dificulta determinar con precisión cuántas personas cumplen con estos requisitos. “Hoy no puedo decir el número concreto de personas que están en esa condición, porque yo tengo un universo de trámites dentro de la Caja”, reconoció Bogarín.
El presidente destacó la importancia de la información brindada por los empleadores y la necesidad de consolidar datos provenientes de otras instituciones, como ANSES. Esto permitiría contar con un panorama más completo sobre los potenciales beneficiarios de la jubilación extraordinaria. Según estimaciones actuales, entre el 20% y el 30% de quienes califican para este derecho están ejerciéndolo. “No podemos tener al detalle exclusivo, detallado, completo, de cuál sería la cantidad de personas que estarían en condiciones de poder acceder a esa jubilación extraordinaria”, explicó.
Enfocada en la sostenibilidad y el fortalecimiento de las finanzas, la Caja de Previsión Social de Tierra del Fuego pretende continuar invirtiendo los excedentes generados, optimizar los procesos administrativos y garantizar que los beneficios lleguen de manera eficiente a sus afiliados.