Un grupo de científicos seleccionados para integrarse al CADIC lleva más de un año aguardando la confirmación de su alta, a pesar de haber completado todos los requisitos. La demora, que afecta a diez personas, genera frustración en la comunidad científica.
Hace más de un año, un grupo de investigadores seleccionados para ingresar al Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), en Ushuaia, continúa esperando la formalización de su alta. A pesar de haber cumplido con todas las instancias administrativas y técnicas necesarias para su incorporación al CONICET, la confirmación sigue sin llegar desde las autoridades nacionales, afectando a unas diez personas, entre ellas, María Paz Martinoli, quien compartió su experiencia en FM Master’s, describiendo el desgaste y la incertidumbre que genera esta dilación.
Martinoli describió que el 7 de septiembre se cumplió un año desde los concursos de ingreso a carreras del CONICET, de los cuales fue parte junto a otros científicos. Según explicó, el proceso de selección, que comenzó a finales de 2022 y principios de 2023, culminó con la entrega de los resultados en septiembre de ese año, pero aún no han recibido el alta correspondiente. “El día 7 de septiembre se cumplió un año de los concursos de ingreso a carreras, del cual formé parte. Estamos en una situación crítica porque todavía no tenemos nuestras altas”, comentó.
Los concursos a los que refiere son el paso final de un proceso largo y exigente en el sistema de investigación pública de Argentina. Según detalló Martinoli, antes de llegar al concurso de ingreso a carrera de investigación, los científicos deben superar diversas etapas, que incluyen la obtención de un doctorado y la participación en becas postdoctorales. Cada una de estas instancias es competitiva y requiere de una evaluación por pares, lo que implica un período de preparación y competencia que puede extenderse hasta por diez años. “Es un proceso bastante largo. En general empezamos con el doctorado. Yo hasta ahora he pasado al menos tres concursos”, explicó.
El ingreso a la carrera de investigación es equivalente a lo que comúnmente se conoce como ingreso a planta permanente en otros ámbitos laborales. Según dijo, este concurso también está sujeto a un proceso de evaluación que puede durar varios meses y que es llevado a cabo por profesionales del CONICET con experiencia en las áreas específicas de investigación. “Son concursos anónimos evaluados por pares”, afirmó, señalando que estas comisiones están formadas por investigadores que ya pertenecen a categorías superiores dentro del sistema.
En cuanto a la situación específica del CADIC en Ushuaia, la investigadora señaló que son alrededor de diez personas las afectadas por esta demora, incluyendo aquellos que desarrollan su labor tanto en el centro de investigación como en otras instituciones, como la Universidad Nacional de Tierra del Fuego o el Instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales (ICPA).
La demora en la aprobación de sus altas, si bien no es nueva, se ha convertido en una problemática crítica que parece estar ligada, en parte, a cuestiones presupuestarias y políticas. Martinoli mencionó que, históricamente, el ingreso de nuevos investigadores ha estado condicionado por el presupuesto disponible, aunque subrayó que este argumento resulta relativo. “Ahí tenemos situaciones encontradas porque, en general, y eso es histórico, está sujeto a presupuesto las altas”, expresó.
Si bien existe un cupo limitado de investigadores en función de la población y el presupuesto de cada país, la científica sugirió que la demora actual no se debe exclusivamente a la falta de fondos. Según expuso, cada año se produce una rotación natural dentro del sistema, con investigadores que se jubilan o que abandonan por diversas razones, lo que debería permitir la entrada de nuevos profesionales sin alterar el número total de científicos en el CONICET. “En realidad el tema del presupuesto es relativo, porque si hay personas que se jubilan, o hay personas que por diferentes motivos dejan el sistema, en realidad no aumenta tanto la plaza de investigadores”, explicó al respecto.
Por otro lado, la investigadora mencionó que también se han recibido respuestas más sinceras por parte de algunas autoridades, quienes han sugerido que la demora se debe, en última instancia, a una decisión política. Este punto parece ser el núcleo del conflicto, ya que la falta de resolución afecta no solo a los ingresantes del CADIC en Ushuaia, sino también a alrededor de 850 personas a nivel nacional que están en una situación similar. “Después hay otras respuestas un poco más sinceras que dicen directamente que tiene que ver con una decisión política. Nosotros como ingresantes, no tenemos dudas de que en realidad ese es el verdadero motivo”, señaló finalmente María Paz Martinoli.
En este contexto, los científicos del CADIC y de otras instituciones afectadas, si bien reconocen la complejidad del proceso y la necesidad de recursos para su sostenimiento, consideran que la demora prolongada responde más a una falta de voluntad política que a limitaciones técnicas o presupuestarias.
