El secretario de Salud Mental de Tierra del Fuego advirtió sobre el impacto de la crisis económica y social en el incremento del consumo de sustancias, un tema central abordado en el Consejo Federal de Drogas de la región.
El consumo de drogas en Argentina, particularmente en la Patagonia, vienen creciendo en los últimos años, y las autoridades sanitarias vinculan este fenómeno con el deterioro socioeconómico. En el reciente Consejo Federal de Drogas de la Patagonia, expertos del área analizaron el crecimiento de esta problemática y debatieron estrategias para su tratamiento en el ámbito local.
David De Piero, secretario de Salud Mental de la provincia de Tierra del Fuego, aportó en FM Master’s una mirada integral sobre el vínculo entre el consumo de sustancias y las condiciones socioeconómicas. “El consumo va muy de la mano de la situación social y económica”, afirmó. De Piero describió cómo el impacto de la pobreza y la indigencia, que han registrado alarmantes niveles en el primer semestre de 2024, incide de forma directa en las problemáticas de consumo, y cómo la precarización de las condiciones de vida genera entornos más propensos al consumo de drogas. «No es solamente una relación matemática de más pobreza, más consumo, sino que lo que se incrementa también es el escenario en donde se consume», explicó.
La dinámica de consumo no es homogénea en todo el país. Las características geográficas, históricas y culturales de cada región influyen en las formas en que las personas se ven afectadas por el acceso a sustancias y las consecuencias de su uso. De Piero destacó que “no es lo mismo una situación en la Patagonia que en el Norte argentino, o en la Ciudad de Buenos Aires”.
Este contexto regionalizado es el que ha dado origen a la convocatoria del Consejo Federal de Drogas (CoFeDro), un espacio que permite a las provincias compartir diagnósticos y experiencias sobre las formas de trabajo más adecuadas para cada territorio. «Lo que se busca con CoFeDro es justamente analizar la problemática de manera local», sostuvo.
En el marco del primer encuentro de este consejo regional, la provincia de Tierra del Fuego presentó su experiencia en torno a la accesibilidad de los tratamientos para personas con problemas de consumo, con un enfoque particular en la labor desarrollada en el Centro de Abordaje de Problemáticas de Consumo en Ushuaia. Según el funcionario, “lo que se propuso para este primer CoFeDro es una presentación de cada provincia de los lineamientos de trabajo y la presentación de una experiencia específica sobre el abordaje en problemáticas de consumo desde Tierra del Fuego”.
Uno de los temas recurrentes en los debates es la creciente dificultad para acceder a la vivienda, una realidad que se extiende por toda la Patagonia y que impacta de forma directa en las condiciones de vida de quienes sufren problemas de adicción. “La vivienda es un tema muy relevante que aparece en toda la Patagonia en cuanto a las dificultades de acceso”, apuntó De Piero. Esta precariedad, sumada a situaciones de calle emergentes en la región, complejiza aún más el panorama para las personas que buscan asistencia.
La interacción entre el consumo de drogas y las dificultades económicas genera un cúmulo de necesidades que trascienden el ámbito de la salud. Las personas que llegan a las consultas por problemas de consumo traen consigo una serie de demandas que reflejan las carencias de otros sectores de la vida pública. “Cuando uno asiste a una persona que consulta por una problemática de consumo, en estos escenarios uno se encuentra justamente con una serie de problemáticas que no remiten exclusivamente al consumo, sino una serie de problemáticas que requieren ser abordadas desde temas de salud, cuestiones sociales, y de la vida pública”, señaló el secretario.
La discusión sobre cómo abordar de manera más efectiva estas problemáticas cobra especial relevancia en el contexto de crisis social que atraviesa la Patagonia y el país en general. La falta de acceso a un empleo estable y las dificultades para construir un proyecto de vida sustentable inciden en la estabilidad emocional y en las posibilidades de recuperarse del consumo de sustancias. Como sostuvo De Piero, “no es lo mismo tener problemática de consumo con trabajo, que sin trabajo. No es lo mismo tener la vida cotidiana organizada de alguna manera con un proyecto de vida, que tenerlo, pero no poder alcanzarlo”.
La participación de Tierra del Fuego en el CoFeDro y la presentación de sus experiencias locales demuestran que, pese a las dificultades, se busca encontrar estrategias regionales que permitan dar respuestas más eficaces a la compleja realidad del consumo de drogas en un contexto de crisis.