CORRER EN MONTAÑA. Agustina Ñamandú transcurre su mejor momento en trail running

La corredora de Ushuaia logró el segundo puesto en la general en la carrera sobre nieve la Mountain Do la semana pasada. Compartió detalles de su entrenamiento, alimentación y los hermosos lugares donde entrena en Tierra del Fuego. Se prepara para el Cruce de los Andes.

La corredora Agustina Ñamandú, que obtuvo el segundo lugar en la general femenina de la carrera Mountain Do, conocida como la carrera de los brasileros, parte del circuito internacional Sports Do, pasó por el programa Noticia de Tapa Radio para compartir su logro, al que consideró el más alto de su carrera, después de haber logrado, en su categoría y en diciembre, el tercer puesto en la general.

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“Mi mayor meta va a ser correr el Cruce de los Andes en diciembre” anticipó Agustina, que además es abogada. Para ese desafío cambió su plan de entrenamiento y se manifestó “muy comprometida”. El Cruce son tres días, 100 km divididos en las tres jornadas.

Para la deportista, correr por la montaña y la naturaleza “es magia”. “Me conecto con la naturaleza al 100%. No es lo mismo la calle que la montaña, que te brinda un entorno, unos lugares a los que podés llegar. El que no está metido en la montaña, en el deporte, no concibe que uno por sus propios medios pueda alcanzar paisajes soñados”

En tal sentido, definió que su actividad “me da felicidad. Siento que no necesito nada más estando ahí, contemplando la naturaleza. Solo mirar lo que nos rodea, me pasa que no lo puedo creer”.

Entre los sitios en Tierra del Fuego por donde entrena, el que más destaca es bahía Cucharita: “Me sentí feliz, no podía creer que llegué acá, que conocí un lugar nuevo, que vine corriendo y me voy corriendo”.

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Agustina Ñamandú en FM Masters

Reconoció que le gusta correr en la ciudad de noche, cuando “no hay tanto movimiento de autos y de gente”. En la montaña también, aunque “es un poco tenebroso. Pero hemos ido con la linterna y no pasa nada, no siento miedo”.

Agustina compartió lo que, en el aspecto personal, logró con la práctica de running: “Como deporte, encontré unir cierta estabilidad entre el bienestar físico y mental. Yo corro y se me libera la cabeza, dejo atrás las tensiones del día o lo que sea que me esté pasando”

Además, siente que “le estoy haciendo bien a mi cuerpo. Termino de correr, me siento bien, me siento más fuerte. Trato de entrenar la cabeza. Con el clima hostil que tenemos en Ushuaia, muchas veces una mira por la ventana y dice, la verdad, me quiero quedar comiendo, durmiendo, mirando la tele. Trato de dejar eso de lado y de salir igual. Priorizo mi bienestar y mis objetivos”.

Por eso la corredora definió la actividad que realiza como “un antídoto. Sin ir más lejos me pasó ayer que me dolía mucho la cabeza y después de correr dije ‘qué bien que me siento’. Y ahí me di cuenta que había llegado a ese punto que nunca pensé que iba a llegar”.

Más allá del prometido Cruce de los Andes, Agustina se siente con muchas ganas de seguir adelante en su carrera deportiva: “Mi gran meta es seguir corriendo por la montaña, claramente el trail. Me gustaría correr grandes distancias, al menos 70 km” proyectándose a futuro, a largo plazo.

En cuanto a lugares, su sueño es la UTMB, en el Mont Blanc, Francia. También mencionó Suiza. Pero “igualmente con los paisajes que tenemos acá…” añadió en referencia a Tierra del Fuego.

Luego se refirió un poco más en detalle a su preparación, indumentaria, cuidados y alimentación para poder sostener una trayectoria profesional en su especialidad. Así consideró que tienen “demasiado importancia” no solo los componentes técnicos sino también la alimentación: “Yo le doy mucha importancia. Se nota mucho el cambio en el rendimiento de una persona que se alimentó bien previo a la salida, posteriormente y durante”. La rutina alimenticia de Agustina consiste en “carbohidratos, una tostada con humus, media banana, geles, barritas. Y en el posterior, un plato de pastas”.

Entre sus senderos fueguinos favoritos mencionó el Cañadón de la Oveja, “cuando llegás a la cascadita y ni hablar más arriba, la ladera puede ser un poco complicada”. Y uno más sencillo, el ya mencionado bahía Cucharita y también estancia Túnel “como fácil y lindo, con la posibilidad de ir al Encajonado”. Como montañas, prefirió el Cinco Hermanos y el Ojo del Albino.

“Me gustaría ir a correr a Córdoba” anheló cerca del final de la entrevista Agustina. Aunque dudó un poco ante la falta de costumbre de los patagónicos de correr fuera de la región, por la cuestión de temperaturas. De hecho, recordó haber corrido en Buenos Aires “5 km y sentirme al borde del desmayo”.

El adjetivo que eligió para despedirse fue “perseverancia. En general, pero también relacionado al deporte. Una vez que entrás en este mundo, es muy difícil decir ‘paro de correr”. Me imagino corriendo siempre. Obviamente con distintos objetivos e ideas. Pero, creo que es un hábito muy difícil que lo deje de lado”.