Integrantes de la comunidad científica se manifestaron frente a Casa de Gobierno, preocupados por el futuro de la investigación y la ciencia en Argentina, y por la endeble situación de los becarios de los centros de investigación de todo el país.
En medio de una tarde lluviosa en Ushuaia, científicos e investigadores del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic) CONICET se unieron el pasado lunes a la manifestación nacional convocada por ATE, con el objetivo de visibilizar su preocupación ante la incierta realidad que enfrentan los becarios de centros de investigación en Argentina.
El Dr. Gustavo Lovrich, investigador principal del Cadic-CONICET de Ushuaia, detalló que la movilización se centró en los becarios, los más afectados y preocupados por el futuro inmediato. Desmitificó la percepción social de las becas, destacando que los becarios de CONICET son profesionales altamente calificados, seleccionados a través de un riguroso concurso público basado en méritos.
«Los becarios tienen un financiamiento, llamado estipendio, durante cinco años para realizar un doctorado. Durante este período, se dedican intensamente a resolver problemas en sus áreas de especialización, llevando a cabo experimentos, trabajo de campo y análisis exhaustivos», explicó.
La inquietud se acentúa debido a la falta de información sobre el concurso anual de becas CONICET. El científico denunció que, a pesar de que se esperaba un comunicado oficial el viernes, la respuesta llegó el martes, con la explicación de que la ausencia de un presupuesto efectivo impedía conocer la cantidad de becas disponibles para el año 2024.
«Los ingresos anuales de los becarios están suspendidos, generando incertidumbre no solo en ellos, sino también en los fondos para subsidiar la investigación científica, algo que no ocurría desde el año 2000», manifestó el investigador principal.
Además, Lovrich señaló problemas en la etapa final de la carrera de los becarios, ya que las demoras administrativas entre los resultados de los concursos y la efectivización de los cargos afectan la continuidad de las becas hasta la incorporación a la administración pública. Esta incertidumbre se traduce en la suspensión abrupta de las becas incluso para aquellos que han ganado concursos para ingresar a la carrera de investigador de CONICET.
La comunidad científica argentina se enfrenta a un escenario de incertidumbre y descontento, con la esperanza de que la situación de los becarios y la financiación para la investigación científica se resuelva pronto para garantizar el futuro del desarrollo científico del país.