La representante legal de una damnificada por los créditos hipotecarios UVA advirtió sobre la grave situación que enfrentan miles de personas en Ushuaia, cuya economía se encuentra al borde del colapso debido al incremento desmedido en las cuotas.
El proceso judicial relacionado con los créditos hipotecarios UVA en Ushuaia sigue su curso a un ritmo más lento de lo esperable, impactando a más de 3.000 familias que luchan por estabilizar su economía. Laura Rolón, abogada de una de las afectadas, ofreció una actualización a través de FM Master’s, subrayando la urgencia de encontrar una solución.
«Es acuciante para ella y para varios más. La causa, en el caso de ella, está recién comenzada. Algunos otros que lo han iniciado antes, están un poco más avanzadas», comentó Rolón, destacando que, aunque algunas causas han mostrado avances, muchas otras recién empiezan a tomar forma.
A pesar de la lentitud, la abogada destacó que el Juzgado ha estado actuando con rapidez en la adopción de medidas cautelares que buscan aliviar temporalmente la carga financiera de los afectados. «No tenemos duda de que con ella también se va a conseguir que la medida cautelar haga efecto y se le pueda descontar efectivamente, por lo menos hasta el momento en que se llegue a una sentencia, lo que corresponde, que es hasta un máximo del 30% de sus ingresos», afirmó.
Un aspecto positivo que mencionó Rolón es que, a diferencia de situaciones anteriores, el Banco Tierra del Fuego ha comenzado a acatar las órdenes judiciales de manera inmediata. «Hasta ahora hemos visto que ha cambiado. Sí fue una preocupación que teníamos cuando lo iniciamos, porque vimos que en otros casos no venía acatando, el Juzgado mandaba oficios reiterativos, solicitando y reiterando que por favor haga caso a la medida. Sin embargo, en estos casos que hemos tomado actualmente, inmediatamente apenas salió el tema de la medida cautelar, enseguida lo han acatado. Eso es un gran alivio y nos da una luz de esperanza para continuar», expresó, subrayando la importancia de esta nueva actitud por parte de la entidad bancaria.
La controversia central en estos casos radica en la interpretación del contrato de los créditos UVA. Según Rolón, el contrato establece que las cuotas deben ajustarse al valor del índice UVA, pero también especifica que los descuentos no deberían superar el 30% de los ingresos del deudor. Sin embargo, en la práctica, muchos han visto incrementos desproporcionados en sus cuotas mensuales. «El banco elige ir por la parte del aumento del UVA. Pero yendo por ese lado, a las personas les han llegado a descontar hasta 1 millón y medio por cuota. Es un montón», señaló Rolón, evidenciando la gravedad de la situación para los afectados.
La abogada también destacó que el número de personas que buscan judicializar sus casos ha ido en aumento, en parte gracias a la creciente confianza en que el Juzgado hará cumplir sus decisiones. «Está siendo cada vez más grande el caudal. Entiendo que se debe precisamente a que están comenzando a ver que se está acatando la medida del Juzgado y que pueden tener una solución inmediata», dijo, agregando que en el pasado muchos se mostraban reticentes a iniciar acciones legales debido a la falta de cumplimiento por parte del banco.
También explicó que la medida cautelar es un mecanismo para mitigar los efectos negativos de los aumentos en las cuotas mientras se resuelve la cuestión de fondo. «En principio, la medida cautelar no es que da la razón a una parte o a la otra, sino que viene a poner paños fríos, que es básicamente decir ‘bueno, mientras resolvemos el fondo de la cuestión, entendemos que hay un peligro en que la persona siga pagando lo que viene pagando. Entonces, hasta tanto resolvamos este asunto se le va a descontar nada más que el 30%. Después vemos quién tiene razón y quién no’», explicó, aclarando que estas medidas son temporales y buscan evitar que los afectados enfrenten cargas financieras insostenibles mientras se espera una sentencia final.
El número de personas afectadas en Ushuaia es significativo. Según datos provistos por el propio banco, hay alrededor de 3000 casos en la ciudad. «El mismo banco ha dado, en estas idas y vueltas de expediente, el número, informando precisamente que la mayoría no está en mora. Porque lo que pasa es eso, que el banco no detecta que haya mora, porque la gente hace lo imposible para pagar las cuotas. El problema es que se les dificulta», informó finalmente la abogada Laura Rolón, explicando que, aunque muchos han logrado mantenerse al día con los pagos, lo hacen a costa de grandes sacrificios económicos.
El proceso judicial en torno a los créditos UVA sigue su curso, con la esperanza de que se alcance una resolución que permita a los afectados renegociar sus deudas en condiciones más justas y sostenibles. Mientras tanto, las medidas cautelares representan un alivio temporal para aquellos que enfrentan las consecuencias de un sistema que ha puesto en jaque su economía.
