El ex presidente del Infuetur, Daniel Leguizamón, responsabilizó a la administración “unitaria y castrense” que vienen ejerciendo sobre la Antártida las autoridades nacionales durante distintas gestiones de gobierno. Criticó la falta de convocatoria al sector privado y el error de haber concentrado la actividad aérea de la Antártida en la Base Marambio.
El ex presidente del Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur) y especialista en temas antárticos, Daniel Leguizamón, consideró que Ushuaia viene perdiendo la batalla por la logística en la Antártida y responsabilizó por ello a la administración “unitaria y castrense” que vienen ejerciendo sobre la Antártida las autoridades nacionales durante distintas gestiones de gobierno.
Leguizamón subrayó que ciudades como Punta Arenas (en Chile) administran 22 programas internacionales y de grandes organizaciones que operan en territorio antártico, mientras que Ushuaia no maneja prácticamente ninguno.
“Hay más de 500 mil ciudades en el mundo, y hay solo cinco que son puerta de entrada a la Antártida. Es decir que tienen el privilegio de ser la puerta a uno de los lugares más estratégicos del mundo. Y la ciudad más cercana es Ushuaia, que además tiene un puerto protegido de aguas profundas y un aeropuerto internacional. Sin embargo, es la que menos desarrollo ha tenido en materia de logística y apoyo científico internacional”, explicó el experto en declaraciones a Radio Provincia.
En esa línea, mencionó que “hay siete países que reclaman soberanía sobre Antártida, hay 40 que no reconocen ninguna soberanía y hay casos de soberanía superpuesta como el caso de los reclamos de Argentina, Reino Unido y Chile. Y la única forma de imponer ese reclamo, al menos desde un país como el nuestro, es por la vía diplomática. Y para ello importa la influencia que se pueda tener en la zona”, fundamentó.
El ex titular del Infuetur lamentó que pese haberlo intentado siempre, los diferentes gobiernos provinciales no han logrado torcer ese rumbo que significaría también un cambio de la matriz económica.
“Argentina tiene un programa antártico con una matriz unitaria y castrense, donde todas las decisiones se toman en Buenos Aires e involucran a las Fuerzas Armadas. Se ha tratado de descentralizar ese tipo de administración, de traer las instituciones a la provincia, y no se ha conseguido”, opinó.
Al respecto, el especialista mencionó como falencias no convocar al sector privado, para que por ejemplo empresas realicen viajes turísticos o logísticos a la Antártida, y que se haya optado por el desarrollo de la Base Marambio, que tiene una pista de aterrizaje sobre una meseta a 200 metros de altura sobre el nivel del mar.
“Toda la transferencia de mercaderías y personal que llegan por vía marítima a Marambio se tiene que realizar en helicópteros, lo que encarece los costos para operadores internacionales. Y recién ahora se ha optado por recuperar la pista de la Base Petrel, que sí está a nivel del mar”, señaló Leguizamón.
“Los números no mienten. Discursos hacen todos pero la realidad es que nuestra injerencia en materia de desarrollo de la logística antártica es mínima”, concluyó.