Las ventas minoristas en Tierra del Fuego experimentaron una baja, evidenciando la persistencia de la estanflación. El vicepresidente de la Cámara de Comercio analizó el impacto y resaltó la importancia de impulsar la actividad económica y proteger el empleo.
El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, Daniel González, analizó el impacto de la disminución del 3,6% en las ventas minoristas a nivel nacional y su repercusión en la provincia. González afirmó que esta baja era esperada y destacó la preocupante combinación de inflación y retracción económica que se venía manifestando en los últimos meses.
“Justamente, no había visto el índice. Igualmente era algo esperado. Ya lleva varios meses de índice negativo. El interanual es de menos 3,6% con respecto al mismo mes del año anterior. Y el acumulado es -1,8%, de estos últimos meses del año”, expresó González.
“Estamos hablando de valores nominales, es decir si un comercio vendía $ 1 millón el año pasado en junio, no es que ahora vende menos, porque la inflación sería un desastre. Estamos hablando en valores actualizados. Bajamos al menos un 1%”, añadió.
El dirigente resaltó que la baja en la actividad económica se hace notar y advirtió sobre la posibilidad de ingresar en una etapa de estanflación, donde la inflación coexiste con una retracción económica. Además, destacó la importancia de buscar soluciones que impulsen la actividad y protejan el empleo en la provincia.
“En general, los argumentos de los economistas es que hay mucho consumo en el mercado y eso dispara la inflación. Argentina es uno de los pocos países del mundo donde baja el consumo, pero sube la inflación”, afirmó González.
En cuanto a los sectores más afectados, mencionó que los rubros recreativos y la indumentaria son los primeros en sentir el impacto de la retracción económica. Además, resaltó que la situación es similar en Ushuaia y Río Grande, pero señaló que la presencia del turismo como variable estacional puede marcar diferencias en favor de la primera.
“La verdad es que Tierra del Fuego llegó a otra realidad, porque el índice de desocupación es muy bajo. Si bien la capacidad de compra ha disminuido mucho, la familia sigue teniendo ingresos, y eso les permite de alguna forma generar consumo”, destacó González.
El directivo concluyó enfatizando en la necesidad de monitorear de cerca estos indicadores y buscar soluciones que impulsen la actividad económica y protejan el empleo en la provincia.
