La separación domiciliaria de residuos será el próximo paso después de un extenso parate en cuanto a gestión de residuos sólidos urbanos, después que la Secretaría de Ambiente autorizó los colores de las bolsas para que los Municipios implementen un sistema de recolección diferenciado.
La única medida general de minimización de residuos fueron las ordenanzas que prohibieron las bolsas plásticas que entregaban supermercados y comercios, mientras que los puntos de recepción de envases postconsumo de botellas PET y de vidrio son voluntarios para la comunidad. Lo mismo sucede con los neumáticos, pero la campaña de recolección de estos últimos bajó de intensidad inexplicablemente.
Lo mismo sucede con el cartón y papel, pero las ciudades prácticamente no tienen puntos de disposición para disponerlos.
De esta forma, el mayor porcentaje de los residuos sólidos urbanos se dispone en bolsas, generalmente de color negro, que se retiran por recolección domiciliaria o en volquetes dispuestos en determinados puntos de la ciudad.
La modificación del sistema de disposición de residuos hacia la separación domiciliaría podría ser el mayor avance en los últimos años, pero tendría que ir acompañado con sistemas de tratamiento de disposición final.
Por ejemplo, los cruceros antárticos bajan los residuos separados en el puerto de Ushuaia pero luego se concentran nuevamente en el único relleno sanitario que tiene la capital fueguina. Similares situaciones tienen las ciudades de Río Grande y Tolhuin.
El cambio podría llegar a concretarse a partir de la nueva normativa aprobada por la Secretaría de Ambiente, ya que aprobó el código armonizado de colores para la identificación, clasificación y segregación de residuos domiciliarios, como primer paso hacia la separación en origen de los residuos sólidos urbanos en todo el ámbito de la provincia.
En la práctica, de llegar a concretarse, la población debería dividir en diferentes recipientes los residuos sólidos que pueden ser reciclados, reutilizados o reducidos, para su posterior recolección diferenciada, clasificación y procesamiento.
De esta forma, la separación evita que los materiales que pueden revalorizarse se conviertan en basura.
Ambiente estableció que los municipios deberán asegurar como mínimo una segregación binaria de los residuos domiciliarios promoviendo una disposición inicial selectiva y posterior recolección diferenciada que contemple por un lado los residuos secos en bolsas y contenedores verdes y los húmedos en bolsas y contenedores negros.
En las bolsas verdes tendrán que tirarse los materiales reciclables como latas, cartones, plásticos y textiles, que serán sometidos a una segunda selección después de recogidos.
Mientras que en las bolsas negras tendrán que volcarse los residuos “húmedos”, como restos de alimentos, papel higiénico, pañales y materia orgánica, que deben ser llevados a disposición final porque no se pueden recuperar.
Más adelante, en bolsas marrones los restos de alimentos como cáscaras de fruta y verdura, cáscaras de huevo, yerba y café así como los residuos vegetales procedentes del mantenimiento de parques y jardines, se colocarán en bolsas de color marrón.
Sin embargo, los restos de carne, pescado, grasa, aceite de cocina usado y derivados de la leche, no entran en la categoría marrón y se consideran de color negro.
En tanto, los plásticos de toda clase se colocarán en bolsas amarillas, con la única exigencia de depositarlos limpios y secos para facilitar su reciclado.
Los papeles y cartones secos y limpios, se depositarán en bolsas azules ya sean papeles de oficina, diarios, revistas, folletos, bolsas de papel, cajas y paquetes de cartón, tubos de cartón de papel higiénico o servilletas y cuadernos sin espiral metálico o plástico y sin clips o broches.
En bolsas blancas se depositarán recipientes y otros objetos de vidrio, sin tapones ni corchos y sin rastros del contenido que tenían en su interior, como envases de conservas, botellas y frascos de cosmética y perfumería.
Finalmente, en las bolsas grises, se colocarán envases de metal, como latas de cerveza, de conserva y restos metálicos como tapas y chatarra.
Ya rige que los residuos patológicos se disponen en bolsas rojas.
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