El CADIC, junto al SHN, completó un relevamiento batimétrico en el canal Beagle, clave para la navegación segura y la investigación interdisciplinaria, fortaleciendo áreas científicas y ambientales en una región estratégica para Tierra del Fuego.
El Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), dependiente del CONICET, concluyó recientemente un relevante proyecto de registro batimétrico en sectores estratégicos del canal Beagle. Este trabajo, coordinado junto al Servicio Hidrográfico Naval (SHN) de la Armada Argentina y financiado por la Dirección Provincial de Puertos de Tierra del Fuego, se presenta como un avance significativo tanto para la navegación segura como para el desarrollo de la investigación interdisciplinaria en la región.
El levantamiento batimétrico consistió en medir la profundidad y cartografiar el fondo marino del canal Beagle, tarea llevada a cabo con tecnología avanzada, como una ecosonda multihaz Kongsberg EM 2040c, que permitió generar planos y modelos de alta resolución, con detalles de hasta 50 centímetros. Este nivel de precisión constituye un hito para el estudio del sustrato marino, especialmente en áreas cercanas a la costa argentina del canal.
El proyecto se desarrolló en el marco de un Servicio Tecnológico de Alto Nivel (STAN), gestionado por la Oficina de Vinculación Tecnológica del CADIC. La logística y la plataforma operativa para las tareas de campo estuvieron a cargo del centro, incluyendo el buque de investigación científica ARA BIC Shenu, construido específicamente para navegar en la región y que desde 2021 forma parte del equipamiento del CONICET.
El director del CADIC, Atilio Francisco Zangrando, destacó la importancia de este relevamiento no solo para la navegación, sino también para las investigaciones que abarcan disciplinas como la geología, la oceanografía, la ecología y la arqueología. “La información generada permitirá ampliar la investigación transdisciplinar del Centro, involucrando áreas como la geología, la oceanografía, la ecología y la arqueología”, expresó Zangrando.
Además, explicó que los datos permitirán analizar la evolución del paisaje del canal Beagle durante los últimos 22 mil años y profundizar en el estudio de las estructuras biogénicas y la biodiversidad.
La cartografía del fondo marino, según explicó el director, es esencial para comprender la sostenibilidad de los recursos pesqueros y adoptar medidas de conservación del medio ambiente marino. Asimismo, subrayó que los equipos utilizados en la campaña son clave para analizar fenómenos como las floraciones de algas tóxicas o marea roja, información crítica para la gestión ambiental.
El proyecto se centró en áreas previamente no relevadas, complementando datos históricos del SHN que datan de 1969. Las zonas priorizadas incluyeron sectores entre las bahías Ushuaia y Brown, así como áreas de las islas Bridges y el espacio comprendido entre isla Gable y bahía Cambaceres. También se trabajó en la región entre bahía Moat y cabo San Pío, cubriendo vacíos de información y actualizando cartografías que resultan fundamentales para la navegación en un área de alta relevancia industrial y turística.
Con esta iniciativa, el CADIC contribuye de manera tangible al desarrollo económico y ambiental de Tierra del Fuego, una provincia estratégica como polo industrial y puerta de entrada al turismo antártico.
(Fuente: Conicet)