ATE provincial se diferenció de la seccional Río Grande en el apoyo a Melella
Habló el secretario de prensa de ATE provincial, y expuso la decidida postura del gremio ante el conflicto de OSEF. Diferenció su posición de las departamentales, que tienen “decisiones políticas y gremiales propias”.
El conflicto aún no resuelto de la Obra Social del Estado Fueguino, con el gobierno provincial pretendiendo modificar la Ley que lo rige, los gremios estatales resistiendo la ofensiva, y la institución en cesación de pagos y virtual estado de paralización por falta de prestaciones médicas y medicamentos, no deja de generar consecuencias en los sectores involucrados.
La iniciativa del gobernador Gustavo Melella de anunciar su intención de pagar, con endeudamiento y en las próximas semanas, la deuda que mantiene la OSEF con los prestadores para intentar zanjar la profunda crisis en que está inmersa, divide en principio aguas en la Asociación de Trabajadores del Estado, entre la seccional provincial, por un lado, y las departamentales de Río Grande y Tolhuin, por el otro.
El secretario de Prensa de ATE Tierra del Fuego, Emilio González, accedió a explicar en el programa Noticia de Tapa Radio el panorama interno que se vive en el sindicato de trabajadores del Estado, parte y protagonista en el conflicto de la OSEF.
“No tenemos la misma postura” arrancó de plano González para diferenciarse de sus colegas riograndenses y tolhuinenses. “Nosotros representamos a la provincia yesas son seccionales con autonomía propia, decisiones políticas y gremiales propias”, explicó en relación con una mayor afinidad que esos sectores tendrían con la actual gestión de Melella.
En tal sentido, marcó esa diferenciación de cara a la continuidad del caso OSEF, al expresar la postura de la seccional provincial: “Nosotros tenemos la posición de que llegamos al conflicto que llegamos porque se agotaron las instancias de diálogo por parte del ejecutivo. Cuando está en juego el derecho a la salud de los trabajadores, cualquier diálogo se corta”.
Así, destacó la iniciativa de acampar 11 días frente al edificio de la obra social como medida de presión que generó el resultado pretendido: “Compañeros sin cobertura de prestaciones médicas y medicamentos, con ese tipo de cosas no podemos continuar con el diálogo.Porque con 11 días de acampe, gracias a esa medida gremial se apresuró el gobierno en solucionar esto que estaba sucediendo en la obra social”.
Para el secretario provincial de prensa de ATE en ese caso “estuvimos a la altura de las circunstancias y por eso decidimos levantar el acampe, para que suceda lo que sucedió”. Y a continuación ensayó una advertencia hacia el gobierno provincial, y un tiro por elevación a sus compañeros de las seccionales departamentales: “Con la salud de los trabajadores no debe joder ningún ejecutivo. Ni éste ni ninguno”.
Finalmente, y apelando a un duro discurso gremial, el dirigente provincial aventuró que “si tenemos que hacer otro acampe, lo vamos a volver a hacer, porque estamos convencidos que el canal de diálogo se termina cuando no te dan una respuesta”.
