La secretaria de la Mujer del municipio de Río Grande advirtió que las políticas de ajuste económico del gobierno nacional están intensificando los casos de violencia de género, donde problemas sociales y económicos se entrelazan peligrosamente.
Ivana Ybars, secretaria de la Mujer en el municipio de Río Grande, expresó su preocupación por el aumento de la violencia de género en la ciudad. Según señaló, las medidas de ajuste económico, como la inflación y la caída del poder adquisitivo, están agravando la situación, generando un ambiente de mayor tensión en los hogares y afectando a las personas más vulnerables.
Ybars, por FM Master’s, destacó que, desde el 1 de enero hasta el 3 de junio, el municipio atendió a 570 mujeres en situación de violencia. Sin embargo, para el 1 de septiembre, esa cifra había aumentado a 739, lo que refleja la constante demanda de asistencia. «Es cotidiano», subrayó, refiriéndose a la situación de vulnerabilidad que afecta a cientos de mujeres en Río Grande.
En su análisis, no solo hizo hincapié en la violencia en sí, sino también en las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres. «La pobreza está altamente feminizada y de alguna manera eso se ve», afirmó, señalando que la crisis económica tiene un impacto diferencial en las mujeres, lo que lleva a una profundización de las problemáticas de violencia. Ante este escenario, la Secretaría de Género y Desarrollo Comunitario trabaja con políticas públicas que buscan acompañar a las mujeres y abordar las causas de fondo de estas desigualdades.
Uno de los puntos más destacados en su exposición fue el vínculo entre las políticas de ajuste y el aumento de la violencia. «Claramente algo que sucede siempre ante situaciones de crisis es que se profundiza la violencia hacia el interior de los hogares», señaló. Según la funcionaria, el estrés que generan la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y otras consecuencias del ajuste impacta de manera directa en las relaciones interpersonales, particularmente dentro del hogar, un ámbito privado donde muchas veces no se visibiliza la violencia. Además, apuntó que un 95% de las situaciones de violencia están vinculadas a parejas, exparejas o familiares cercanos, lo que revela el carácter estructural del problema.
Para enfrentar esta compleja realidad, Ybars destacó el rol del Centro Integral de la Mujer “Mujeres Centenarias”, un espacio donde un equipo interdisciplinario de psicólogas, trabajadoras sociales y abogadas acompaña a las mujeres en su proceso de denuncia y recuperación. Este equipo también brinda asistencia en el marco de la Ley 1022, cuando la situación lo amerita.
Sin embargo, la secretaria dejó en claro que las intervenciones de su área no se limitan a la atención de la violencia, sino que también abordan la promoción de nuevas masculinidades y la modificación de las estructuras culturales que perpetúan la violencia de género. «Entendemos que tenemos que modificar estructuralmente lo que como sociedad sostenemos en relación a qué es ser mujer y qué es ser varón», explicó.
A pesar de reconocer la gravedad de la situación, Ybars enfatizó que el Estado sigue trabajando para enfrentar la violencia de género y transformar las condiciones que la generan.
