El director del CADIC – CONICET de Ushuaia alertó sobre la precaria situación que viven en el organismo científico a raíz del desfinanciamiento por parte del Gobierno nacional, generando riesgo de colapso en la institución.
El Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) – CONICET de Ushuaia enfrenta una inminente crisis institucional debido al desfinanciamiento gubernamental. Gustavo Ferreyra, director del centro, manifestó por FM Master’s su preocupación por la falta de recursos y la situación laboral precaria que enfrentan.
Ferreyra describió un escenario de conmoción en el ámbito de la ciencia y la investigación en todo el país, a raíz de la decisión del Gobierno nacional de desfinanciar los organismos científicos.
«Hay un problema por un lado de desfinanciamiento. Estamos con el mismo presupuesto del año pasado y una sola transferencia recibimos hasta ahora, lo cual afecta seriamente a todo el funcionamiento del edificio y de los servicios», explicó, subrayando las dificultades financieras que enfrentan.
En cuanto al personal administrativo, Ferreyra destacó: «Tenemos 14 empleados que están bajo esa categoría y el Gobierno nacional instruyó al CONICET para que haga eso», refiriéndose a la reducción de personal contratado, lo que ha afectado áreas fundamentales como mantenimiento y vinculación tecnológica.
«Nos bajaron uno hasta ahora», lamentó Ferreyra sobre los recortes de personal. «O sea que cada tres meses son revisados y eso abre la puerta para que ocurran nuevos despidos y lograr los objetivos que se ha fijado el gobierno», agregó, resaltando la inseguridad laboral que enfrentan los trabajadores.
«Es una tragedia desde el punto de vista funcional, porque es gente que hace toda la parte básica del Instituto, hace que esto funcione», expresó, haciendo hincapié en la importancia del personal afectado por los recortes.
Además, advirtió sobre las consecuencias a largo plazo y el riesgo de cierre: «Si esto continúa así, por supuesto. Creo que es una política de Estado en este momento. No solamente nuestro centro está en esa situación», alertando sobre el riesgo de colapso institucional si la situación no mejora.
«Estamos haciendo lo que se puede, manejando los fondos que tenemos de la manera más eficiente posible, como siempre hicimos, pero ahora con menos», declaró luego sobre los esfuerzos por al menos mantener la operatividad del CADIC.
Por último, Gustavo Ferreyra denunció la falta de respuesta por parte de las autoridades nacionales: «Las autoridades del CONICET han hablado con ellos repetidas veces, pero sin resultados significativos», señalando la necesidad de una solución urgente para evitar un colapso irreversible.
En resumen, el CADIC – CONICET de Ushuaia enfrenta una crisis sin precedentes debido al desfinanciamiento gubernamental, lo que pone en riesgo su funcionamiento y la estabilidad laboral de su personal.