Al gobierno provincial le tomó algunas semanas recomponerse del golpe de puño que le clavó la tribu Löffler con la paralización de las elecciones constituyentes que iban a concretarse en noviembre pasado.
Primero tuvo que sobreponerse a un intento por consumar una extraña sesión legislativa donde se especuló que el circulo negro del poder riograndense presentaría un proyecto para intentar reemplazar a la cabeza del gobierno provincial.
En aquellos días de desconcierto, algunos operadores jugaron a intentar instalar que las horas del Ejecutivo estaban contadas y que los carpetazos se llevarían puesto a todo el gabinete provincial. La conspiración se jugó en todos los planos posibles: político, comunicacional, en redes sociales y en los sótanos de la política fueguina. Durante algunos momentos, se creyeron firmemente sus propios análisis desquiciados y cada una de sus propias mentiras.
La conspiración de poca monta la gestaron desde los intestinos del grupo que viene tejiendo el poder desde la sombra y superficie del mundo político-mediático y empresarial de Tierra del Fuego.
Hay una constante en este sector que tiene como cara visible a parte de la familia Löffler: un sinfín de negocios privados integralmente solventados desde cargos y contratos con el Estado. A tal punto que podría pensarse que son emprendedores que gestaron su organización económica merced a una trama que siempre se sirvió de fondos estatales. Un claro ejemplo de este mecanismo es el productor de seguros Alejandro Deanes, actualmente diputado por el Mercosur y quien figuraba además como funcionario del Concejo Deliberante del Río Grande dentro del entorno de Guadalupe Zamora, pareja del Legislador Damián Löffler y el concejal y hermano menor Matías Löffler.
No obstante, la fortaleza Löffler (un Juez del Superior Tribunal, un legislador, un camarista, dos concejales y un diputado por el Mercosur), además de un sinfín de asesores, punteros, empleados y asesores políticos cayó en desgracia cuando midieron erróneamente y se asumieron que tenían más vuelo que la capacidad de sus alas para hacer rodar por el piso al gobierno provincial.
Todo inició con la presentación de una acción judicial desplegada por el legislador Jorge Lechman planteando la necesidad de tumbar la reforma constitucional. Apenas horas después, en un fallo polémico, descabellado y extravagante, el Superior Tribunal de Justicia, fogoneado por el Löffler Juez suspendió sin plazos las elecciones constituyentes que estaban en curso para el domingo 10 de noviembre del año pasado. Es decir: El STJ frenó sin tiempos una elección que legítimamente había convocado la Legislatura Provincial con mayoría agravada para reformar la Constitución Provincial.
Para cambiar la conducción del poder institucional de Tierra del Fuego se orquestó la ¨Liga de la Destitución¨ donde militaron gran parte de la logia Löffler, empresarios, medios de comunicación, operadores todo terreno y hasta apretadores seriales.
Según confirmaron desde ambas veredas del sol, la idea extravagante era quebrar al binomio del ejecutivo y promover la asunción de la vicegobernadora Mónica Urquiza. Algunos de los más afiebrados, llegaron a poner fecha del cambio de mando.
El gobierno reaccionó rápido de reflejos. Freno la embestida legislativa y se ocupó de desactivar el detonador que había erigido desde uno de los despachos del Palacio de Tribunales, al que gustan llamar ¨Dubai¨ los empleados del Poder Judicial por el nivel de lujo y extravagancia que ostentan algunos de sus máximos exponentes.
Desactivados los módulos antes que el detonador se active, empezó el proceso que culminó con lo que podríamos llamar ¨la Semana D¨.
Entre los meses de septiembre y diciembre el gobierno se ocupó de limar el poder de los big brother´s Löffler. Al punto que, a finales de año, Ernesto juez fue corrido del Consejo de la Magistratura y Damián Legislador que quedó sin su histórica vicepresidencia de la Legislatura. Ernesto juez tampoco recibió ningún rol funcional dentro del Superior Tribunal y solo se quedó reclamando el porqué de la no compra de capsulas de Café Martínez para las maquinas Nespresso que tiene el STJ para serviles cafecitos a los altos magistrados que disfrutan de las oficinas palaciegas del edificio más ostentoso que tiene el Estado fueguino.
El muy lúcido artículo firmado por la periodista Laura Funes para el portal periodistico Letra P analiza la trama de cambios que se produjeron en el interior del Palacio Legislativo y el fin de la convivencia entre Forja y el MPF de corazón oscuro.
Funes explica que, tras los recientes cambios en la Legislatura provincial, Damián «Loly» Löffler, quien hasta diciembre ocupaba la vicepresidencia, ha sido desplazado de su puesto, marcando un vuelco fenomenal en su influencia. Este cambio se enmarca en un contexto donde el liderazgo de la Legislatura está ahora en manos de legisladores de FORJA, el partido del Gobernador Gustavo Melella. Los nuevos vicepresidentes, Myriam Martínez y Federico Sciurano, representan una consolidación del poder del oficialismo, lo que deja en una posición precaria a los Löffler.
El artículo de Letra P también confirma que la salida de Damián Löffler de la segunda línea de poder no solo es un golpe simbólico, sino que refuerza la percepción de que su clan ha visto disminuir su relevancia política. Además, Ernesto «Nené» Löffler, otro miembro destacado de la familia se quedó huérfano de cargos, lo que lo obliga a autopromocionar su figura en cuanto medio de comunicación que le facilite el espacio para saciar sus necesidades de protagonismo.
El análisis que hace Funes llega a la conclusión que «los cambios de autoridades responden a un espíritu de supervivencia», revelando que los Löffler manejan intereses establecidos que podrían atentar contra la gobernabilidad.
También hay que ponderar en este análisis que el alejamiento del legislador Jorge Lechman del Consejo de la Magistratura es otra señal del declive de la influencia Löffler. Con Lechman fuera del juego, la familia pierde un importante aliado y, por ende, su capacidad de canalizar poder a través de conexiones estratégicas en el sistema judicial. Para explicar con mayor claridad la situación, Löffler juez no logró incidir en los últimos cuatro nombramientos de magistrados en Ushuaia, lo que demostró su declive al momento de la toma de decisión para cubrir 4 tribunales claves para la vida institucional provincial.
Efectivamente, La reforma constitucional impulsada por Melella fue un punto de discordia, ya que el clan Löffler rechazó este proyecto, reflejando una fractura elocuente en la coalición, y así lo analiza el artículo de Letra P. FORJA había defendido la necesidad de frenar las reelecciones indefinidas de los legisladores (Löffler legislador ocupa su cargo desde 1999), revisar la inamovilidad de las cabezas de los organismos de control y la posibilidad de disparar un nuevo mandato bajo la interpretación del cambio del estatus de la Provincia con un Constitución reformada.
Por cierto, es la primera vez en los últimos años que las acciones del grupo Löffler se ha devaluado fuertemente. También las de sus aliados, familiares, acomodados y adeptos.
Por esto mismo, el gobierno debe sostener un esquema que garantice por un lado la gobernabilidad y por otro la gobernanza del sistema política e institucional fueguino.
Todo el microclima político está a la espera de las decisiones que va a tomar la nueva configuración del Superior Tribunal de Justicia en febrero en relación a la suspensión de las elecciones constituyentes y todo lo que conlleva un año electoral en donde se renuevan 3 senadores y 2 diputados por Tierra del Fuego.
La campaña ya empezó en diciembre, solo que se tomó algunas semanas de vacaciones durante enero para retomar con fuerza desde el primer día hábil de febrero.
Gabriel García Márquez contó en una entrevista que ¨cuanto más poder se tiene, tanto más difícil es saber quién le está mintiendo y quién no. Cuando alguien alcanza el poder absoluto ya no tiene contacto con la realidad, y esa es la peor clase de soledad que existe. Una persona muy poderosa, un dictador, está rodeado de intereses y personas cuyo propósito último es aislarlo de la realidad; todo se conjuga para aislarlo¨, graficó el magistral gabo.
Ciertamente, el grupo que quiso llevarse todo puesto debería pensar sí en alguno momento la brújula dejó de funcionarles y perdieron el rumbo de la razón.