-Editorial –
Hay imágenes que sintetizan un tiempo. Lo que a veces es difícil de explicitar, encuentra en la ilustración la comprensión de los sucesos. Es cierto que valen mil palabras. La Ferrari de Menem, el ropero de Trovato o el tapado de piel de María Julia Alsogaray, en su afán de exhibición, expusieron un sistema putrefacto hasta sus raíces.
La infinita obscenidad que concede la impunidad, en la que el deseo de exponer la fastuosidad se impone sobre el temor de la ofensa, en ocasiones logra un efecto contrario. Al mismo tiempo que nos muestran su riqueza y alegría, nos animan a preguntarnos, ¿de qué se ríen?.
La noticia publicada por el portal 94diez y por este medio puso en evidencia en una foto, un nido de irregularidades y presuntos delitos que solo por un esfuerzo de distracción de las autoridades públicas aún no tiene consecuencias judiciales. Penales, más precisamente.
La Vicegobernadora, o deliberadamente falseó las circunstancias, o pone en evidencia un estado de ineptitud y negliencia que ni con SETENTA Y CINCO asesores puede revertir.
La decisión de la Presidenta del Poder Legislativo, de extender órdenes de pasajes aéreos a Ricki Ricón sin siquiera realizar “la nota de pedido formal” por la “situación excepcional” que atravesaba, merece un serio reproche ético; pero quizá también una correcta investigación. A la habitualidad que parece notarse en este tipo de subsidios, al punto de caracterizarla periodísticamente como “Urquiza Travels”, se le agrega que falsear hechos para provocar una disposición de fondos públicos irregular, también orilla el Código Penal.
Como en el placard de Trovato, o en el tapado de piel de María Julia, son las imágenes las que eximen de mayores explicaciones. El funcionario del IPRA, al que la presidenta de la Legislatura oficiosamente encuentra como una persona en situación de vulnerabilidad, etiqueta en su Instagram el despliegue patrimonial con el que ornamenta sus salidas.
La indumentaria del necesitado, en sus atardeceres de champagne y montañas, solo admite valorarse en Euros. Camina con 8.000 Euros puestos. Y en la crisis más extrema que ha tenido TDF, lo expone exuberantemente. Es uno de los que vive mejor.
Su especial gusto por los vuelos lo aprovecha tanto con pasajes de la Legislatura, como con “invitaciones” de proveedores del Estado. Por mucho menos de esto en Argentina se han procesado hasta presidentes por peculado.
En una provincia en donde, según datos del INDEC, el 39,3 % de la población fueguina es pobre y dentro de ese grupo de ciudadanos, casi el 10 % es indigente, quizá la exhibición y la impunidad provoque hartazgo, y hasta desazón. Es lo que sucede habitualmente. Hasta que una foto nos anima a preguntarnos.
¿Y estos de qué se están riendo?. ¿De nosotros?.
Y alimentando nuestra indignación nos hacen comprender que la patria también es el final de la impotencia.