El secretario Legal y Técnico de Tolhuin destacó el alarmante estado de abandono de las termas de Río Valdez tras su reciente recuperación, subrayando la importancia del trabajo municipal para su restauración.
La reciente recuperación de las termas de Río Valdez por parte del municipio de Tolhuin ha revelado un panorama desolador, donde el abandono y la falta de mantenimiento fueron evidentes en cada rincón del lugar. Alexis Solís, secretario Legal y Técnico del municipio, brindó detalles sobre la magnitud del deterioro en FM Master’s, destacando que nunca antes se había registrado una desidia de tal envergadura. La posesión del predio, que fue formalizada hace una semana tras un fallo histórico del Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, marca el inicio de una ardua tarea para restaurar este patrimonio natural.
«El fallo, unánime, definió que las termas son de todos los fueguinos y, gracias a la ampliación del ejido urbano establecida por la Ley 1167, quedan bajo la administración del municipio de Tolhuin», explicó Solís. Desde entonces, las autoridades locales han trabajado intensamente en la puesta en valor del lugar, comenzando con tareas técnicas de agrimensura para mensurar y registrar la propiedad en Catastro provincial.
Según el funcionario, «en una semana podríamos tener definido el plano de agrimensura para capitalizar este recurso como parte del patrimonio municipal».
La gravedad del estado del predio fue subrayada con crudeza por Solís, quien no dudó en calificar la situación como un ejemplo de «desidia absoluta, jamás antes vista». En sus palabras: «Pasa la bomba de Hiroshima por al lado y está en mejores condiciones de lo que nos entregaron el predio».
Este deterioro incluye piletones termales contaminados, cuya calidad está siendo evaluada por la Coordinación de Ambiente mediante un informe técnico y análisis de muestras. «Queremos determinar si esa contaminación puede perjudicar a los afluentes termales», agregó.
Además, el municipio se enfrenta a la compleja tarea de garantizar la seguridad del predio, mientras se trabaja para acondicionar un lugar que Solís describió como «devastado».
Uno de los aspectos más alarmantes del hallazgo fue el estado de los animales que habitaban en el lugar: cuatro perros en condiciones de extrema negligencia. «Ellos no tenían un collar, tenían una tela incrustada con cadenas que se les encarnó en la piel», relató el funcionario, visiblemente indignado. Los animales presentaban señales de maltrato severo, con comederos que contenían alimentos balanceados mezclados con huesos, grasa en descomposición, materia fecal y orina de roedores.
En colaboración con la Municipalidad de Río Grande, los perros fueron trasladados y atendidos en un quirófano donde se les brindaron cuidados veterinarios. Solís destacó la colaboración del intendente Martín Perez y el equipo de salud animal de Río Grande, quienes trabajaron conjuntamente con los especialistas de Tolhuin para atender a los canes. «Hay que sacarse el sombrero con el intendente Martín Perez, que ha colaborado muy bien con nosotros, conjuntamente con el intendente Daniel Harrington», expresó.
La gravedad de la situación llevó al municipio a presentar una denuncia penal por maltrato animal en la Fiscalía. Además, se tomaron muestras biológicas de los animales para analizar la posible presencia de enfermedades contagiosas. «Es posible que tengan fibrosis debido a las condiciones insalubres en las que se encontraban. Esto no solo afecta la salud del animal, sino que también representa un riesgo para la salud pública», advirtió Alexis Solís.
El caso de las termas de Río Valdez pone en evidencia no solo el desafío de recuperar un recurso natural valioso, sino también las implicancias éticas y sociales que conlleva el abandono y maltrato animal. «Estoy hablando y me duele la panza de la rabia que me produce ese hecho tan inhumano», confesó el funcionario, visiblemente afectado.
Desde el municipio, el compromiso es avanzar con celeridad en la recuperación del predio, garantizando la seguridad, la salubridad y la puesta en valor de este patrimonio natural, ahora bajo la custodia de Tolhuin, para todos los fueguinos.