Con un espectáculo que reunió a coreutas de todas las edades, la Fundación del Coro del Fin del Mundo despidió el 2024 en el imponente auditorio del hotel Arakur de Ushuaia. La música coral brilló en una velada emotiva e inolvidable.
El cierre anual de la Fundación Coros del Fin del Mundo fue una celebración de talento y pasión en el escenario del auditorio del hotel Arakur. Más de un centenar de coreutas, entre niños, jóvenes y adultos mayores, unieron sus voces para ofrecer un concierto cargado de emoción, que conmovió a todos los presentes y destacó el valor del canto colectivo como expresión cultural.
El presidente de la fundación, Gustavo Zamora, compartió con FM Master’s los detalles y emociones que rodearon el concierto, destacando la complejidad y dedicación que implica coordinar un evento de esta magnitud. “Primero con muchos nervios, porque este tipo de concierto y de escena requieren un trabajo de técnica, de coordinación, de ensayos y de toda la parte que tiene que ver con lo que se muestra. Después, en el transcurso del concierto, suceden cosas mágicas como lo que pasó el sábado en el Arakur”, expresó.
El entusiasmo del público quedó en evidencia con una asistencia que desbordó las previsiones, obligando a reacomodar a uno de los coros para que más personas pudieran ingresar al recinto. Según Zamora, “las devoluciones, la alegría de la gente, el seguir en este proyecto, porque el acompañamiento de la gente que estuvo presente el sábado fue tremendo, nos quedamos sin sillas”. Aunque esta situación retrasó el inicio del concierto, no opacó la noche.
El evento contó con la participación de las diversas agrupaciones corales de la fundación: el Coro de Niños, el coral Makus, Voces de Fuego y el Coro del Fin del Mundo, culminando con dos obras finales que emocionaron al público y los invitaron a bailar al ritmo de una canción navideña especialmente preparada por el director Pablo Dzodan.
Para Zamora, el trabajo con niños fue especialmente significativo este año. “Las pocas palabras que dije esa noche antes de empezar el concierto es que la verdad que estamos muy contentos con el Coro de Niños. Trabajar con chicos es una cosa muy especial y la verdad que le aporta frescura”, explicó, destacando además el esfuerzo de las familias que hicieron posible la concreción de este proyecto.
El 2024 fue un año de logros importantes para la fundación, incluyendo premios que reflejan la calidad y el crecimiento de su propuesta artística. “Un año con muchos premios, orgullosos de eso también. Sentimos que el proyecto se va consolidando año a año, va creciendo y la verdad que es un balance muy positivo”, afirmó Zamora, quien además adelantó que las expectativas para el futuro son altas.
Mantener un estándar de calidad ha sido uno de los mayores desafíos, recordó Zamora. “La vara es difícil mantenerla. Nos pasó desde el principio. Eso nos exige, porque por un lado te pone una meta alta y por otro lado incentiva al grupo para alcanzar los objetivos”, reflexionó.
Mirando hacia el 2025, la fundación se prepara para consolidar su proyecto, con nuevos desafíos, invitaciones y la meta de obtener un espacio físico propio. “Se viene un 2025 no solamente con proyectos buenos o invitaciones que ya estamos recibiendo, sino también con la consolidación del proyecto desde el punto de vista de empezar a conseguir un lugar, tener el acompañamiento del gobierno como lo estamos teniendo y de otras instituciones y empresas”, concluyó Gustavo Zamora.
El concierto de cierre no solo celebró un año lleno de logros, sino que también reafirmó el compromiso y la pasión que impulsa a la Fundación Coro del Fin del Mundo, consolidándola como referente cultural en Tierra del Fuego.
