El economista Juan Pablo De Luca evaluó las políticas del primer año de gobierno de Javier Milei y su impacto en la economía de Tierra del Fuego, marcando contrastes entre la caída industrial y el repunte turístico.
El economista Juan Pablo De Luca reflexionó sobre los cambios económicos que atravesó Tierra del Fuego durante el primer año de la administración de Javier Milei. Según su análisis, mientras el sector industrial se enfrenta a una crisis significativa debido a las modificaciones en el régimen promocional, el turismo muestra señales de crecimiento, convirtiéndose en un punto destacado dentro del panorama provincial.
En diálogo con FM Master’s, De Luca comenzó su exposición destacando la particular estructura económica de Tierra del Fuego, que se encuentra dividida entre la industria promocionada (35%), el turismo y el comercio (35%), el sector hidrocarburífero (15%) y el sector público (15%). En este contexto, subrayó que las políticas del actual gobierno han provocado un «impacto fuerte y desigual en los sectores y ciudades de nuestra provincia».
Uno de los sectores más afectados ha sido la industria. De Luca señaló que “prácticamente la mitad de la economía de Río Grande depende de la industria promocionada por la ley 19.640 y este año la producción va a cerrar con una caída del 50%”. Este descenso es significativo si se consideran los datos históricos: “Si uno compara las unidades que produjo la industria fueguina de este año con el anterior, se produjo la mitad de productos industriales”, precisó.
El retroceso también se evidenció en los niveles de empleo industrial. En 2024, el número de trabajadores empleados en la industria promocionada cayó a 7.500, un 30% menos que el promedio histórico de los últimos 15 años, que era de 11.000. El sector textil y confeccionista, en particular, sufrió una “caída terminal”, con una reducción de 1.000 a 250 trabajadores registrados. Además, la cantidad de establecimientos disminuyó drásticamente, pasando de once fábricas a solo cinco.
Frente a esta crisis industrial, el turismo emerge como el único sector que muestra signos de resiliencia. De Luca destacó que la temporada de cruceros en Ushuaia se perfila como histórica, con 550 recaladas previstas, un récord que, de cumplirse, marcaría “la mejor temporada de la historia de cruceros en Ushuaia”. Aunque el turismo nacional sufrió una caída durante la primera mitad del año, este descenso fue parcialmente compensado por el turismo internacional, que muestra un desempeño más favorable en la actualidad.
Sin embargo, De Luca advirtió que el turismo tampoco está exento de desafíos. En el período invernal se registró una baja significativa en el arribo de turistas internacionales, aunque el sector ha logrado mantenerse como un motor económico relevante en Ushuaia. “Es un sector que sobrevive y eso se ve en la economía local de Ushuaia”, afirmó.
En cuanto al panorama nacional, el economista reconoció como un logro del gobierno la reducción de la inflación mensual, que pasó del 9% al 2,7%. Sin embargo, calificó este avance como una mejora con “luces amarillas y rojas”.
Según explicó, la apreciación del peso frente a otras monedas y el creciente déficit en la cuenta corriente representan riesgos significativos. A esto se suma la carga de la deuda externa, con vencimientos estimados en 50.000 millones de dólares en los próximos tres años, lo que genera incertidumbre sobre la sostenibilidad del modelo económico actual.
En definitiva, Juan Pablo De Luca considera que, para Tierra del Fuego, el primer año de la gestión de Javier Milei dejó un balance marcado por contrastes: mientras la industria en Río Grande enfrenta un panorama crítico, el turismo en Ushuaia mantiene la esperanza de seguir aportando al desarrollo económico local.