El ex vicegobernador y ex marino recordó su paso por el ARA San Juan antes de la tragedia, y rindió homenaje a los 44 tripulantes que perdieron la vida el 15 de noviembre de 2017 en aguas del Atlántico Sur.
Al cumplirse el séptimo aniversario del trágico hundimiento del submarino ARA San Juan, el ex vicegobernador de Tierra del Fuego, Juan Carlos Arcando, rememoró su visita a la nave, compartiendo recuerdos y emociones de aquellos días previos a la desaparición de la embarcación. Como ex marino, Arcando resaltó la valentía de la tripulación y la profunda marca que esta tragedia dejó en la Armada Argentina y en el país.
Arcando recordó cómo, unos días antes de la tragedia, tuvo la oportunidad de navegar junto a la tripulación del ARA San Juan. “Fue un día ocho, como el día de hoy, fuimos invitados para navegar junto con los tripulantes del submarino ARA San Juan, con nuestros héroes de la patria que dieron su vida cuidando nuestro territorio marítimo en su retorno al puerto de Mar del Plata”, rememoró en FM Master’s.
La experiencia, para él, fue inolvidable y, a la vez, dolorosa. La emoción de embarcar en un submarino fue una sensación única en su vida profesional, marcando uno de los momentos que él describe como uno de los más intensos y emotivos de su carrera.
Como exmiembro de la Armada, Arcando destacó la importancia de ese día: “En primer lugar, la alegría de embarcarme en un submarino. Yo soy de la Armada, como decimos nosotros, nos vamos, pero no dejamos nunca de pertenecer. Nunca había tenido la posibilidad de navegar en un submarino porque hay que hacer un curso muy especial que hace el personal de la Armada para ser submarinista. En esa navegación con inmersión y todo, realmente para mí fue algo nuevo”. En el recuerdo de Arcando, este acontecimiento toma un peso especial, pues nunca había tenido la oportunidad de ingresar a un submarino de las características del San Juan, a pesar de su larga trayectoria en la Armada.
Durante la navegación, Arcando compartió la experiencia con toda la tripulación y otros invitados, recordando el compañerismo y la dedicación de aquellos tripulantes que, tiempo después, pasarían a formar parte de una de las tragedias marítimas más impactantes de la historia reciente del país.
La noticia de la desaparición del submarino, que comenzó a circular el 11 de noviembre de 2017, golpeó profundamente a Arcando, reviviendo su experiencia en el mar y el sacrificio que representa para muchos el servicio en la Armada. “Después, con todos los hechos que sucedieron, la verdad que fue de una angustia muy grande para uno, más sabiendo lo que es estar en el mar, de haber navegado años en la Armada, sabe lo que significa estar alejado de la familia, y muchas cosas que vinieron a mi memoria en ese momento, desde el día 11 cuando nos empezamos a enterar de lo que estaba pasando con el San Juan”, expresó.
Arcando también recordó las visitas y el apoyo que brindó a las familias de los tripulantes en un esfuerzo por acompañarlas en su dolor, consciente de la carga emocional y la incertidumbre que enfrentaban. “Fue un año muy duro para toda esa familia. Y uno trató de acompañar a la distancia y en algunos viajes que pude hacer al Norte para estar personalmente con algunos de ellos”, compartió su compromiso con aquellos que quedaron marcados por la tragedia.
En sus recuerdos sobre el estado del submarino, Arcando destacó que las condiciones de la nave en su momento no presentaban irregularidades. “Si las unidades no están en las condiciones operativas en las que deberían estar, no van a invitar autoridades. La unidad estaba muy bien, se hizo un adiestramiento de las fuerzas especiales de la Armada, los buzos tácticos, donde estando sumergidos egresaron dos del submarino e ingresaron dos que estaban en su superficie. No había nada extraño que pudiera estar ocurriendo en el submarino. Para nosotros todo esto fue una sorpresa cuando nos enteramos”, señaló.
A siete años de la tragedia, el homenaje de Juan Carlos Arcando a los tripulantes del ARA San Juan resalta el dolor colectivo que permanece en la memoria de sus familiares, camaradas y en todos aquellos que sienten el peso de una pérdida irreparable.