“La vida se hace en borrador, lo que indudablemente le da trascendencia pero nos impide, dolorosamente, reparar nuestras equivocaciones y abandonos”. (1)
Ernesto Sábato (1911-2011)
Hace bastante tiempo, un día cualquiera, a media mañana, estando ante mi escritorio de empleado municipal, me avisaron, con cierto misterio incomprensible para mí, que el secretario Stefani quería hablarme.
Sin mucho interés partí a cumplir con el mandato.
Después de alguna dificultad en encontrar el Área de su Secretaría me presenté e inmediatamente fui amablemente recibido; no obstante mis prejuicios se consolidaban…
INICIO
“-Me han hablado muy bien de usted.
-Ah.
Silencio.
-¿Quiere trabajar conmigo?
Silencio.
-Necesito gente…
-No estoy afiliado a ningún …
-No se lo estoy ofreciendo por eso …
-Bueno, sí, de acuerdo”.
Al levantarme para irme retrocedo bruscamente el sillón con rueditas, el que golpeó fuertemente contra una mesa donde apoyaba un monitor de computadora teniendo encima un gran florero de grueso vidrio azul.
Atiné a tomar en el aire el aparato electrónico pero el adorno con gran estrépito se transformó en pequeñas partículas diseminadas por el suelo.
Alarma en los colaboradores que se aquietaron al observar un calmo gesto de la autoridad… que muchas veces trabajaba con la puerta abierta.
Desconcertado me limité en colocar el aparato en el piso y al aproximarme para saludarlo desparramé dos lapiceros cuyos contenidos fueron a parar sobre su regazo.
“-Disculpe, soy un poco torpe…
-Sí, ya me habían anticipado. Nos vemos mañana”.
DE ESA MANERA
Fue un largo tiempo en que trabajamos juntos.
Fuera del ámbito laboral, también coincidimos varias veces en las cenas domésticas ofrecidas por Esther Fadul, donde se desarrollaban conversaciones muy interesantes… casi todas.
ASÍ LO RECUERDO
Estudioso, analítico, buscando ser innovador, los razonamientos fundados en datos eran parte de sus prioridades.
Asiduo lector de diversas obras que muchas veces acertadamente las citaba.
Transparente: siempre me quedaba en claro lo que pensaba y buscaba.
Respetuoso de las personas con ideas distintas, ávido de escuchar críticas fundadas y poco tolerable de los muchos burócratas por interés propio, arribistas y de los sin convicciones salvo las órdenes del facilismo.
Amable y paciente.
En las discusiones nunca presencié que ofendiera a nadie.
Jamás lo escuché opinar mal de nadie sin la presencia del otro.
Particularmente molesto ante el mínimo chismorroteo de la pequeñez de los minúsculos.
Reservado a tal punto que, a veces, parecía estar fastidiado aunque nunca supe cuáles eran los motivos, a pesar de las muchas horas que compartimos.
Casi toda su vida laboral la desarrolló en varios empleos públicos aunque siempre estuvo interesado por el desarrollo en general.
La palabra dada fue una destacada particularidad positiva de su accionar laboral.
ADIÓS
Ojalá que siempre quede en la memoria de muchos y que, al menos, bastantes busquen aproximarse a conocer su amplia carrera política.
NOTA Y REFERENCIA
Alejandro Rojo Vivot ha brindado asesoramiento y capacitación a diversos partidos políticos en varias ciudades.
1) Sábato, Ernesto. La resistencia. Seix Barral. Edición 17 ᵃ. Página 76. Buenos Aires, Argentina. Abril de 2006.