El guía de montaña Sebastián Beltrame abordó las circunstancias del accidente que ocurrió en Bariloche a causa de una avalancha, que dejó una víctima fatal y un sobreviviente. Destacó los peligros inherentes a la montaña y subrayó las precauciones que deben tomarse.
El trágico suceso ocurrido en un centro de esquí en San Carlos de Bariloche, donde una turista irlandesa perdió la vida y un esquiador de Córdoba fue rescatado tras permanecer atrapado bajo la nieve durante más de 11 horas, generó el análisis del especialista en montaña Sebastián Beltrame, oriundo de Ushuaia. Durante una entrevista radial en FM Master’s, el experto desglosó las causas y los riesgos de las avalanchas, remarcando la necesidad de tomar estrictas medidas de seguridad para quienes deciden aventurarse en zonas montañosas.
Beltrame señaló que las avalanchas no son eventos aislados en la Patagonia, sino un riesgo inherente al terreno montañoso. Acá cada vez hay más hechos de este estilo, pero no es que nunca las hubo, sino que hay más gente en la montaña», explicó, haciendo hincapié en la creciente presencia de visitantes en zonas de riesgo.
El experto pertenece a la Asociación Argentina de Guía de Montaña, cuyo Centro de Investigación de Avalanchas emite informes periódicos sobre el nivel de riesgo en diferentes áreas. Estos informes son herramientas clave para quienes se aventuran en la montaña, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre la seguridad de sus movimientos. «El Centro de Investigación de Avalanchas hace estos informes que los largan como para que uno, de acuerdo a esa información, se pueda manejar de una forma u otra en la montaña», indicó, sugiriendo que el conocimiento previo y la planificación son esenciales.
En el día del accidente, el nivel de peligro en avalanchas en el lugar era considerablemente alto. «Ese día el nivel de peligro en avalanchas era tres, y esto es considerable», afirmó. Para Beltrame, este nivel de riesgo debería haber influido en las decisiones de los esquiadores, quienes podrían haber optado por moverse en zonas de menor pendiente y adoptar un enfoque más conservador. «Uno se tiene que mover en terrenos justamente donde no ocurrió la avalancha. En pendientes mucho menores, hacer una gestión del riesgo diferente, mucho más conservador», agregó.
Uno de los aspectos más llamativos del accidente fue la supervivencia del esquiador cordobés, quien logró ser rescatado después de pasar 11 horas bajo la nieve. «No es algo común, no es algo que pase todo el tiempo», destacó Beltrame, señalando que su supervivencia fue producto de una combinación de suerte, buen equipamiento y la existencia de una cámara de aire que le permitió respirar. Según el experto, si el esquiador no hubiera tenido la oportunidad de llamar por teléfono tras lograr sacar una mano fuera de la nieve, el desenlace podría haber sido fatal. «Si no, no sé qué hubiera pasado si lo encontraban al otro día», reflexionó.
A pesar de la peligrosidad inherente a la montaña, Beltrame destacó que gran parte de la Patagonia ofrece acceso libre, lo que permite a los visitantes moverse sin restricciones, pero también aumenta la responsabilidad de cada uno de evaluar los riesgos. «Por suerte, la gran mayoría de la Patagonia, no toda, es libre el acceso. Cada uno puede hacer lo que quiera en ella. Pero cuando uno accede a la montaña, como no existe riesgo cero, se pone bajo esos peligros inherentes a lo que es la montaña», subrayó. En ese sentido, el conocimiento y la preparación son fundamentales para minimizar los peligros, aunque nunca se pueda garantizar una seguridad absoluta.
El caso del esquiador rescatado en Bariloche recuerda a otros episodios de avalanchas en la Patagonia, algunos con finales igualmente sorprendentes. Beltrame relató un caso ocurrido años atrás en Tierra del Fuego, en el que una persona fue rescatada con vida tras haber estado sepultada bajo la nieve durante dos horas, un tiempo que calificó como muy prolongado. «Por suerte lo encontramos vivo», recordó, resaltando la importancia de los rescates oportunos y efectivos en este tipo de situaciones extremas.
En su análisis, Sebastián Beltrame hizo un llamado a la responsabilidad individual de quienes acceden a la montaña, insistiendo en la necesidad de tomar decisiones informadas y actuar con prudencia en todo momento. Aunque los informes meteorológicos y de riesgo pueden ofrecer una guía valiosa, las condiciones cambiantes de la montaña requieren una gestión constante y una comprensión de los peligros potenciales. Así, el accidente en Bariloche se convierte en un recordatorio trágico de los riesgos que conlleva adentrarse en terreno montañoso, pero también de la capacidad de supervivencia y la importancia de estar preparados ante lo imprevisible.
