Marcelo Domato, constructor privado de Ushuaia, compartió su preocupación ante la situación del sector ante la falta de financiamiento nacional para obra pública en la provincia, hecho determinante en su visión pesimista sobre el futuro del rubro.
Marcelo Domato, constructor privado con trayectoria en Ushuaia, manifestó su inquietud respecto al futuro de la construcción en Tierra del Fuego, especialmente tras la decisión del Gobierno nacional de retirar el financiamiento para obras públicas en las provincias. Según expresó en FM Master’s, esta medida siembra una profunda incertidumbre y multiplica los desafíos en todos los niveles del sector.
Domato advirtió que la falta de financiamiento por parte del Estado nacional tiene un impacto directo en la continuidad de las obras públicas, lo que afecta gravemente a las empresas constructoras y, en consecuencia, a los trabajadores del sector. «El futuro no es alentador. Tenemos problemas en todos los niveles», sentenció, destacando que la decisión del gobierno de reducir el compromiso con las obras públicas deja a las empresas en una situación precaria.
El constructor detalló que, a partir de diciembre del año pasado, con la nueva gestión nacional, se observó una notable reducción en la financiación directa de obras públicas, ya sea a través de convenios con municipalidades, gobiernos provinciales o entes autárquicos como la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) o la Dirección Provincial de Energía. «Al haber dejado el Estado nacional de financiar las obras públicas, o quitar el compromiso con las obras públicas a través de financiar en forma directa o a través de distintos entes que podían bajar por convenio con municipalidades, o por gobierno o por alguno de los entes autárquicos que también podía llegar a hacer obras a través de DPOSS, Energía, todo eso se ha visto muy reducido», explicó Domato.
También hizo referencia a un reciente convenio firmado hace aproximadamente dos meses entre el gobernador de Tierra del Fuego y la ministra de Obras Públicas con la Nación, en el que se decidió que algunas obras serían financiadas por el gobierno central y otras pasarían a la esfera provincial. Sin embargo, subrayó que no hay ningún avance fruto de ese acuerdo, lo que genera una falta de claridad sobre la continuidad de estas obras.
Domato expresó su preocupación por el retraso en la reactivación de las obras públicas previstas, ya que hasta el momento no se ha puesto al día el financiamiento necesario. «Aún esas obras que estaba previsto continuar, no tengo conocimiento de que ya se hayan puesto al día, porque el problema más importante es que la deuda acumulada con las empresas es muy antigua, hay que renegociar los contratos y venimos de trabas administrativas», señaló. Según dijo, la falta de aprobación de los cálculos de las actualizaciones de precios, conocidas como redeterminaciones de precios, ha sido un obstáculo clave en la reanudación de los proyectos. «Como los distintos niveles del Estado no aprueban las determinaciones, es como si no las debieran», indicó, destacando que esta situación se agrava debido a la falta de presupuesto asignado para cancelar estas deudas.
Asimismo, manifestó su escepticismo sobre la posibilidad de que la próxima temporada de construcción sea productiva, anticipando una baja en la actividad del sector. «No va a ser una temporada de gran trabajo, creo yo. No hay un inicio inminente, yo no veo a todos buscando trabajar en lo inmediato. Lo que sí veo es que la situación de las empresas es bastante complicada», afirmó. Domato también hizo hincapié en que la situación de las empresas sigue siendo tan grave que no están en condiciones de comenzar a trabajar de inmediato.
Además, reflexionó sobre el verdadero propósito de la obra pública, subrayando que su objetivo principal no es solo generar empleo para las empresas constructoras y los trabajadores, sino proporcionar servicios esenciales a la sociedad. «El objeto de la obra pública no es dar trabajo a las empresas constructoras y al personal de la construcción de la UOCRA. En realidad, son servicios que el Estado, en todos sus niveles, tiene que dar a los habitantes, a los vecinos, a los comprovincianos o a los ciudadanos de orden nacional», explicó. Según el constructor, la obra pública es crucial para mejorar la infraestructura y los servicios que el Estado ofrece a la población, tales como escuelas, hospitales y calles. «La obra pública es necesaria para brindar servicios», concluyó Marcelo Domato.
En resumen, la situación de los constructores privados en Tierra del Fuego se presenta incierta y preocupante ante la reducción del apoyo financiero nacional. La continuidad de las obras públicas, fundamental para el desarrollo de la provincia y sus habitantes, enfrenta un panorama desalentador que, según los actores del sector, requieren una solución urgente para evitar un mayor deterioro en la industria de la construcción.
