GRUPO MIRGOR

Empleados de la ex Ambassador enfrentan nuevamente la incertidumbre

Ago 21, 2024 | Gremiales

Tras la adquisición de la planta por el grupo Mirgor, la ex Ambassador pagó 18 meses de salarios, pero no reanudó sus operaciones ni abrió sus puertas. La comunicación con los trabajadores sigue siendo inexistente.

zocalo 04

La preocupación y la incertidumbre han vuelto a instalarse entre los empleados de la antigua fábrica Ambassador en Ushuaia, después de que el grupo Mirgor adquiriera la planta el año pasado. Pese a haber cumplido con el pago de salarios durante 18 meses, la empresa no ha reabierto sus puertas, dejando a los trabajadores sin información clara sobre su futuro laboral.

Sandra Ragusa, representante de los trabajadores de la ex Ambassador, expresó su frustración y descontento ante la falta de cumplimiento por parte de Mirgor. A pesar de las promesas iniciales y de un acuerdo firmado en julio de este año, la planta nunca reabrió sus puertas. “La planta sigue cerrada a pesar de todo lo que se habló y se firmó en julio de ese año”, afirmó por FM Master’s. Este acuerdo, que contemplaba un contrato de 18 meses donde se comprometían a mantener a los trabajadores contratados sin la necesidad de prestar servicios, llegó a su fin en julio, dejando a todos los empleados tácitamente desvinculados de la empresa.

El contrato, que en su momento se consideró un logro para los trabajadores en medio de una disputa judicial entre Mirgor y otro grupo económico, resultó en una suerte de limbo laboral. Ragusa recordó que la intención siempre fue “cobrar y trabajar”, un deseo que quedó trunco al no haberse reactivado la planta. A pesar de haber recibido sus salarios durante el período acordado, la incertidumbre se mantiene, con muchos trabajadores aun esperando la posibilidad de retomar sus labores.

Ambassador
Los trabajadores de la ex Ambassador vuelven a vivir los problemas de siempre.

Ragusa también manifestó que, desde la adquisición de la fábrica, la comunicación entre Mirgor y los trabajadores ha sido prácticamente inexistente. “Parece una indemnización encubierta, aunque el escrito o el expediente decía otra cosa”, señaló, sugiriendo que el final del contrato dejó a los trabajadores sin claridad sobre su situación. Al finalizar el contrato, Mirgor desvinculó a los 59 empleados restantes, depositando un monto que, según Ragusa, no fue explicado adecuadamente. Este hecho generó aún más dudas y preocupación entre los trabajadores, quienes ahora se encuentran sin empleo y sin respuestas claras sobre su futuro.

El desconcierto se agrava al considerar que, inicialmente, se observaban movimientos en la planta, lo que generó la expectativa de que se reactivarían las actividades. Sin embargo, estos indicios de trabajo se desvanecieron rápidamente, y la falta de comunicación por parte de la empresa sólo incrementó la incertidumbre. Ragusa mencionó que, aunque los trabajadores intentaron comunicarse con la empresa, enviando cartas y realizando llamadas, no obtuvieron ninguna respuesta. “Todos estaban preocupados dos o tres meses antes de finalizar el contrato sobre qué iba a pasar con toda la gente. Pero hasta ese momento y hasta el día de hoy, no hay respuesta”, expresó, reflejando el sentimiento de abandono que prevalece entre los ex empleados de la fábrica.

La situación de los trabajadores, lejos de resolverse, parece haber entrado en un nuevo ciclo de incertidumbre y frustración. La falta de respuestas por parte de Mirgor y el cierre de la planta sin una solución definitiva dejan en una posición vulnerable a quienes dependen de estos empleos para su subsistencia. La historia de la ex Ambassador, se encuentra hoy en un punto crítico.

Otras noticias