Eduardo Solari, ex presidente de la Asociación de Bomberos Zona Norte de Ushuaia, recibió una sentencia de 22 años de cárcel por delitos de abuso sexual y producción de pornografía infantil. El fallo incluye la revocación de una condena previa en suspenso.
El Tribunal de Juicio de la ciudad de Ushuaia dictó una condena de 22 años de prisión para Eduardo Aníbal Solari, ex presidente de la Asociación de Bomberos Zona Norte de Ushuaia, por delitos de abuso sexual y producción de pornografía infantil. Solari, de 63 años, fue encontrado culpable de aberrantes actos cometidos contra menores, incluyendo a su propia hija. La acusación estuvo a cargo del Fiscal Mayor Eduardo Urquiza.
El juicio culminó con una sentencia de 20 años de prisión para Solari por abuso sexual en perjuicio de su hija, a quien además grabó en videos con fines sexuales. Estos actos también resultaron en su condena por producción y exhibición de pornografía infantil, ya que compartía esos videos con otros menores. Otro caso similar involucró a una segunda menor, a la que Solari también filmó a cambio de dinero.
Además de los 20 años por estos delitos, el tribunal decidió unificar la condena con una pena previa de 2 años y 10 meses por robo, resultando en un total de 22 años de prisión de cumplimiento efectivo. Solari permanecerá en el Servicio Penitenciario provincial, donde ya estaba detenido de manera preventiva desde el año pasado.
La fiscal especializada en delitos de género, María Paula Schapochnik, había solicitado la detención preventiva de Solari al Tribunal de Juicio de Ushuaia, argumentando el peligro de que pudiera influir sobre las víctimas para que dieran declaraciones falsas o reticentes. Schapochnik también destacó el claro desprecio de Solari por las normas y su reiterado incumplimiento de las pautas judiciales a lo largo del proceso.
Solari, quien había renunciado a su cargo de presidente de la Asociación de Bomberos en 2011, acumulaba además otras tres causas judiciales que fueron llevadas a juicio. Entre los delitos por los que debió responder se encuentran robo agravado por efracción y escalamiento, amenazas coactivas, corrupción de menores y un caso de grooming.
Uno de los casos más graves se refiere a una niña de por entonces de 8 años, cuya madre descubrió imágenes explícitas en las que la menor aparecía desnuda y que habían sido enviadas al teléfono celular de Solari a su solicitud. En otro caso, ocurrido en 2021, Solari mantuvo conversaciones con una menor de 14 años a quien pagaba dinero para que le enviara imágenes y videos desnuda. Al negarse la joven, Solari la amenazó.
La sentencia marca un precedente importante en la lucha contra los delitos de abuso sexual infantil y la producción de pornografía infantil en la provincia.
