(Con información del Diario del Fin del Mundo) La actividad de máquinas cargadoras de gran porte en un predio costero cercano al estuario que forma el río Olivia con el canal Beagle ha suscitado preocupación por la degradación ambiental del sector. En lugar de un proceso de remediación, se observa una acelerada erosión del suelo, incompatible con la preservación de la avifauna local, incluidos lobos marinos.
La actividad de maquinaria pesada en el predio costero cercano al Estuario formado por el río Olivia y el Canal Beagle sigue generando preocupación y críticas por el avance de la degradación ambiental en el desembocadura del río Olivia.
La constante acumulación de áridos y los movimientos de tierra realizados por las máquinas no solo han acelerado la erosión del suelo, sino que también han afectado gravemente el hábitat de la avifauna local, incluidas diversas especies de aves y lobos marinos que habitan la zona.
Esta situación es aún más alarmante considerando que existe un fallo judicial que ordena la regeneración del sector, así como un Plan de Manejo Integrado Costero que establece usos compatibles con la conservación del área.
Contrariamente a estos lineamientos, en 2022, el Municipio de Ushuaia había anunciado la construcción de la terminal de colectivos de media y larga distancia en este mismo terreno, una infraestructura esencial para cubrir una de las principales necesidades de la ciudad en términos turísticos y de transporte.
El tipo de actividad que se desarrolla en el sector pone en evidencia los procesos descontrolados del uso del suelo y el desarrollo de actividades indebidas y acciones de modificación negativas del espacio litoral costero de Ushuaia.
Además, la ausencia de controles favorece la contaminación de las aguas que descargan sobre el Canal Beagle, sumado al deterioro de la calidad paisajística que desmejora la imagen y la apropiación pública de la zona y, sumado a todos estos factores, deprecia la atracción turística general de la ciudad.
El avance de la degradación costera evidencia los conflictos funcionales y este tipo de actividades se vuelven obstáculos para la accesibilidad de la comunidad a diversos sectores costeros, especialmente en el sector mixto industrial de la ciudad.
En lugar de promoverse la transformación integral de la zona que presenta evidentes síntomas de deterioro ambiental, generando conflictos de toda índole, actualmente se expande un emprendimiento comercial del que se desconoce habilitación para realizar la actividad de cantera o de comercialización áridos en un predio con un enorme potencial estratégico para el desarrollo urbano y turístico de la ciudad.
