La bióloga Luciana Mestre compartió detalles del relevamiento del bosque incendiado el año pasado en la reserva natural Corazón de la Isla, a cargo de la Dirección General de Biodiversidad y Conservación de la provincia.
Expertos en biología y conservación realizaron recientemente un minucioso relevamiento del bosque incendiado en la reserva natural Corazón de la Isla. El objetivo principal de este estudio, llevado a cabo por la Dirección General de Biodiversidad y Conservación de la provincia, es establecer un plan de recuperación de las especies nativas afectadas por el siniestro ocurrido el año pasado.
Luciana Mestre, bióloga de esa repartición pública, detalló en radio Provincia el proceso de relevamiento: «Fue un trabajo conjunto entre distintas direcciones de la Secretaría de Ambiente, se formó una mesa técnica donde definimos un poco qué estrategia tomar para poder relevar gran parte de esta superficie. Lo que se definió fue un trabajo primero a priori antes de ir al campo de establecer sitios de muestreos, les llamamos parcelas. Y fueron entre 130 y 140 puntos que queríamos llegar”.
El estudio reveló diferentes niveles de severidad en la afectación del bosque. Mestre explicó: «Hay un par de zonas donde no las vimos afectadas y coincidían con turbales o con vegas, donde naturalmente son más húmedos, entonces el fuego no los afectó. Y después, dentro del bosque, hay distintos grados de afectación, no tienen tanto que ver con la altura, sino con la cercanía al fuego o por cómo fue el viento y cómo llevó al fuego en esos lugares».
Además, la experta destacó la importancia de no intervenir en la vegetación y los restos de madera en los distintos lugares afectados: «No es aconsejable tocar la vegetación que está ahí o lo que haya quedado, los restos de madera, porque al final funcionan como legados, son situaciones que generan micro sitios o microambientes que favorecerían a la instalación de semillas o al crecimiento de las plántulas”.
Por el momento, la reserva permanece cerrada al público debido a las condiciones peligrosas del área. Sin embargo, se permite el acceso a la ruta solo con la compañía de guardaparques autorizados. No hay una fecha definida para su reapertura.
El relevamiento realizado por estos expertos proporcionará datos cruciales para la identificación de áreas prioritarias en futuros esfuerzos de restauración, contribuyendo así a la recuperación de este importante ecosistema.
