La representante de la ONG Por el Mar alzó su voz en defensa de la regulación de salmoneras en el canal Beagle, oportunamente dispuesta en Tierra del Fuego, ante el intento de reflotar la iniciativa a propuesta del legislador provincial Agustín Coto.
En el contexto de la propuesta de reactivar la viabilidad de ejercer salmonicultura en Tierra del Fuego del legislador provincial Agustín Coto, Ángeles De La Peña, vocera de la organización no gubernamental proteccionista Por el Mar, sostuvo que la decisión de regular la salmonicultura fue tomada «por unanimidad y con un gran conocimiento y colaboración de muchos especialistas».
«Creo que siempre se pueden revisar las decisiones tomadas, pero en este caso, la decisión de regular la salmonicultura, porque vale la pena decir que en realidad es una regulación, no es que se prohíbe la industria, sino que se prohíbe el desarrollo de la industria de determinada manera, que es en las aguas de Tierra del Fuego» destacó De La Peña, entrevistada en FM Master’s.
La representante de la ONG argumentó a favor de la diversificación del desarrollo provincial, priorizando industrias como el turismo. «La salmonicultura en el mar hubiese sido inviable, no hubiese podido sostenerse en el mar con una actividad tan pujante como el turismo o la gastronomía», señaló De La Peña.
En relación con el impacto económico, mencionó un estudio que proyectaba pocos empleos directos, principalmente calificados, generados por la salmonicultura en el mar. Interrogándose sobre el costo versus beneficio, cuestionó: «¿a qué costo? ¿quién se ve beneficiado con este tipo de industria?»
La representante enfatizó sobre el riesgo ambiental que conllevaría, afirmando que la salmonicultura en el mar habría «arrasado con el ecosistema que más nos define, que es el canal Beagle». Su perspectiva abordó la importancia de mantener la integridad de los paisajes fueguinos para atraer turismo.
Al considerar alternativas, De La Peña abogó por modelos sostenibles, como la salmonicultura en tierra, ya implementada con éxito en otros lugares con la cría de truchas. «Quizás es apostar a otros modelos de desarrollo u otros modelos de industria que sean menos contaminantes y menos nocivos para Tierra del Fuego», sugirió.
Para Ángeles De La Peña, la regulación de la salmonicultura en Tierra del Fuego tiene implicaciones a nivel global. Destacó una lucha internacional para revertir ciertos modelos de desarrollo de la salmonicultura: «Porque todos los países se están dando cuenta de que es inviable. Muchos ya la prohibieron después de Argentina, fuimos pioneros gracias a la decisión que tomó Tierra del Fuego» concluyó.
(Ph: Greenpeace)