Una trabajadora del IPRA derivada por la OSEF a Buenos Aires a raíz de una enfermedad que padece por la cual debe ser operada, denunció un virtual desamparo por parte de la entidad, al no haberla dada de alta en el hospital Británico para su correcta atención.
En una situación que denuncia como un verdadero desamparo, Andrea Ponce, trabajadora del IPRA y derivada por la Obra Social del Estado Fueguino al hospital Británico de Buenos Aires para una cirugía, advirtió sobre graves obstáculos para su atención médica. A pesar de tener amparo judicial desde 2016, se enfrenta a la falta de autorización para procedimientos médicos, sin lograr concretar su tratamiento y encontrándose fuera de la provincia impedida de cualquier avance.
«Yo fui derivada, a mí me sacaron de la isla el día 3, yo tenía turno con un neurocirujano. Cuando voy, tenía turno solamente para él, pero no para hacerme el pre quirúrgico. Cuando llamo a la obra social, porque tenía que ver a otros médicos ante la cirugía, me dicen que no estaba autorizada, que ellos han puesto un listado de la gente que está derivada, pero yo no figuraba en ese listado. Al día de hoy no figuro” denunció Andrea Ponce en radio Provincia.
Lamentablemente, la situación se agrava, ya que ni siquiera recibe ayuda económica ni los medicamentos necesarios para su tratamiento. Andrea expresó su descontento, señalando: «Me sacaron de la isla sin poderme atender con la gente, es como que te mandan de vacaciones y te dejan tirada acá. Y eso que tengo un amparo”.
El problema persiste a pesar de tener un amparo judicial desde 2016. Andrea afirma: «Estoy con el amparo judicial, el amparo se fue a juicio, le mandamos una desobediencia, aun así, con el amparo y todo, no obedecen”.
Además, destacó que percibe una velada discriminación en el trato, al mencionar: «Si vos te pusieras a ver quiénes están acá, son hijos de, o personas que trabajan para el Estado, ellos sí están autorizados. Hay personas que ni siquiera tienen el número de derivación, o sea que ni siquiera han abierto el legajo de derivación”.
Con una enfermedad avanzada, Andrea enfrenta la urgencia de recibir atención médica adecuada. Su narrativa detalla los continuos obstáculos que debe afrontar, encontrándose sola y fuera de la provincia: «Todos los días vengo prácticamente y ellos me dicen que se iba a dar de alta y cuando llego al hospital me dicen que no estoy dada de alta”.
La situación afecta seriamente su salud, ya que, según relató, «estoy tirada totalmente. Estoy con morfina. Me vine caminando desde el hotel, porque no te dan ayuda económica, vos tenés que pagarte el hotel, para que me pongan en la lista para poder seguir los estudios o qué van a hacer, porque tampoco puedo estar acá así”.
La paciente también señaló que, además, se le niega inclusive el acceso a la atención médica de urgencia: «El día sábado yo tuve una descompensación, fui al Británico y en la guardia no me atienden porque no estoy en el listado”.
A pesar de sus esfuerzos para obtener respuestas, Ponce dijo enfrentar una falta de claridad y apoyo por parte de la OSEF: «Cuando te derivan supuestamente vos ya venís con todo listo, o sea, el médico tratante te manda a hacer el pre quirúrgico y después te manda hacer un chequeo general antes de vos ingresar a la cirugía. Solamente con él yo tenía turno, para el pre quirúrgico no me lo autorizaban”.
La situación se torna aún más crítica al no tener pasaje de vuelta, por no recibir el alta médica: «Ahora se me agravó la enfermedad, él me manda a hacerme ver con un reumatólogo el cual no estoy autorizada, por eso justamente me vine caminando hasta la obra social para que me lo autoricen y que me muestren que realmente se está haciendo, porque si no, no voy a entrar al quirófano”.
Ante esta situación alarmante, la paciente denuncia falta de respuestas y negligencia de parte de OSEF, lo que evidentemente ponen aun más en riesgo su salud, por lo cual exige una pronta solución a su desamparo.