Bajo el pretexto de defender la educación pública fueguina, la dirigencia sindical docente se sumerge en una nueva confrontación donde los alumnos pierden más días de clases.
Una vez más, la provincia de Tierra del Fuego se ve envuelta en la polémica y la incertidumbre educativa, ya que el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación (SUTEF) ratificó un nuevo paro de actividades, acompañado de movilizaciones y ollas populares, programado para este miércoles 22 de noviembre.
La decisión se tomó luego de una Mesa Paritaria Salarial realizada en la ciudad de Río Grande, donde el SUTEF, una vez más, se mostró insatisfecho con la propuesta salarial presentada por el Ejecutivo y resolvió paralizar nuevamente el funcionamiento de la educación fueguina.
Pese al malestar de numerosas dependencias públicas que sostienen distintos planes de lucha, la atención en los hospitales públicos está garantizada, al igual que los servicios de energía, agua, operatoria portuaria, la seguridad y otras prestaciones esenciales que solamente el Estado puede brindar. Es que la diferencia radica en que las autoridades del SUTEF asume que la moneda de cambio en su plan de lucha es la interrupción de las clases para los alumnos que concurren a las escuelas públicas de Tierra del Fuego.
La situación es por demás confusa y contradictoria: mientras el SUTEF confronta por la situación salarial docente, hace silencio en complicidad por la preocupante situación de la OSEF. Los directores que responden a la cúpula sindical no se han expresado por el aumento de los coseguros, la restricción de prestaciones, el deficitario funcionamiento de las farmacias propias y el crecimiento de la deuda que tiene la principal obra social que actúa en la provincia. A este juego de amigo-enemigo, el SUTEF ha colocado numerosos funcionarios dentro de la gestión provincial y mucha de su dirigencia reciben horas cátedras extraordinarias que imposible justificación.
Entre los gremios provinciales, ningún otro sector logró los beneficios previsionales que gozan los representados por el gremio docente. A tal extremo llega el nivel de presión, que el sindicato supo conseguir que docentes que no estén frente a clase podrán jubilarse en igualdad de condiciones que aquellos que les brindan educación a sus alumnos.
Además, el SUTEF se hizo de la única cancha de futbol de cancha abierta que está operativa en Ushuaia. Se suma que familiares y el entorno de la dirigencia ha logrado designaciones y contratos estatales imposibles de explicar.
El pedido del SUTEF de un mayor esfuerzo por parte del Ejecutivo se fundamenta en argumentos que incluyen el ajuste brutal que dicen sufrir que, según ellos, afectará a los trabajadores de la educación fueguina, dejándolos a fin de año a 100 puntos por debajo de la inflación.
Además, las exigencias sindicales que hacen público incluyen el pago porcentual de alquileres, la intervención estatal en el mercado inmobiliario, la actualización de asignaciones familiares y la devolución de descuentos por paros y desobligaciones. Se sabe, mientras tanto, que varios de sus dirigentes exigen su reincorporación como agentes provinciales luego de ser exonerados de la administración pública, luego de la violenta toma de la Casa de Gobierno durante la gestión de la ex gobernadora Fabiana Ríos.
La propia organización sindical informó que el Gobierno, por su parte, ha reafirmado su posición y ha ratificado la propuesta salarial, destacando que el Gobernador Gustavo Melella convocará a una reunión para abordar todos los temas planteados en la agenda, incluyendo la situación salarial, habitacional, la no regulación de precios y el desendeudamiento de las familias docentes. La respuesta por parte del sindicato al llamado al dialogo por parte del gobierno fue otra jornada donde las escuelas estarán cerradas y sin dar clases.
Mientras tanto, los más perjudicados son los estudiantes y sus familias, que se ven nuevamente afectados por la suspensión de clases, esta vez respaldada por un paro provincial de 24 horas con movilizaciones y ollas populares.
En medio de esta disputa, es necesario reflexionar sobre la pertinencia y los métodos empleados por el SUTEF para abordar sus reclamos. ¿Es el paro la única herramienta disponible para la defensa de la educación pública? ¿Qué consecuencias reales tiene esta medida sobre los alumnos y sus familias?
Son preguntas que merecen respuestas, y la sociedad fueguina espera una pronta solución a esta situación que, lejos de beneficiar a la educación, parece sumir a la provincia en un ciclo interminable de conflictos educativos merced a una dirigencia sindical que ha tomado medidas de fuerza extremas y la negociación de beneficios personales para varios de sus principales dirigentes.
