La Dra. Baró informó sobre la campaña de LUCCAU al respecto, con entrega de kits para que la gente pueda hacerse el estudio en su casa, para luego analizar en la institución. Sangre oculta en materia fecal no implica cáncer colon, pero alerta ante tal posibilidad futura.
La Dra. Verónica Baró, directora médica de LUCCAU, Lucha Contra el Cáncer de Ushuaia, en su habitual espacio por FM Master’s se refirió a la prevención del cáncer de colon, a propósito del reciente Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Colon, el 31 de marzo pasado.
Desde la institución se toman estas fechas significativas para difundir el tema y, en este caso, implementar una campaña anual de estudios de sangre oculta en materia fecal, para detectar este tipo de enfermedad. “Estuvimos entregando los kits para que la gente se haga su test en la casa. Algunos ya los trajeron a LUCCAU, pedimos que los que hayan retirado kits los traigan en el transcurso de la próxima semana, porque eso hay que procesarlo rápidamente para su lectura”.
Igualmente, la profesional aclaró que el estudio de sangre oculta en materia fecal se puede realizar en cualquier laboratorio bioquímico, y que a cualquier médico le pueden pedir, dentro del análisis de rutina, a partir de los 50 años, tanto hombre como mujer, este específico examen.
“La sangre oculta en materia fecal es el primer paso para un camino que lleva a la prevención del cáncer de colon” aclaró enfáticamente Baró ante algunas confusiones al respecto, si el estudio da positivo. “No alarmarse y no dejar de consultar, porque por algo se pidió ese test. Tiene que volver a su médico, quien va a considerar si esa persona no tiene antecedentes de una hemorroide sangrante ni de otro tipo de sangrado, pedirá una videocolonoscopía”.
Describió que ese segundo estudio “se hace con sedación, se introduce un tubo con una camarita, van mirando desde el ano hasta el intestino grueso, antes de llegar al intestino delgado, y se va viendo qué lesiones hay”.
Mediante esa técnica se pueden encontrar pólipos, divertículos u otras enfermedades. “Los divertículos no es una enfermedad maligna, son bolsitas que se generan en la pared del intestino, que es otro tipo de enfermedad que también tienen otro control, otro seguimiento” añadió la Dra. Baró.
Lo que interesa en este caso son los pólipos, formaciones que se van desarrollando en esa mucosa del intestino como pequeños brotes. “Si los dejamos estar, se van formando más grandes y se hace como una coliflor. El cirujano, cuando está haciendo la endoscopía, va introduciendo la camarita y cuando la va retirando, va mirando milímetro a milímetro y si encuentra algo, lo saca, pólipo a pólipo”, por lo general, enteros.
En caso de hallar un pólipo muy grande, se le toma una biopsia para el posterior análisis del laboratorio de anatomía patológica. “Nuestros patólogos nos informan si ese pólipo tiene características benignas, si se empezó a malignizar o si ya es un pólipo maligno” explicó.
Si un pólipo es muy grande y tiene sangrado, hay más chance que se trate de cáncer. Pero puede ser un pólipo todavía benigno, que pudo haber sangrado y revela alguna otra enfermedad. “Un test de sangre oculta en materia fecal positivo, el sangrado puede ser desde la boca hasta el ano, en el estómago, una gastritis por ejemplo severa, una hemorroide interna”, ejemplificó.
Añadió la médica que estudios en grandes poblaciones de gente asintomática sin sangrados visibles, revelan que el test de sangre oculta en materia fecal, cuando da negativo, son menos las chances de tener un cáncer de colon.
“Si da positivo, no significa que sea un cáncer de colon y si da negativo, tenés menos chances” resumió. “Pero si una persona tiene un test negativo, pero viene a la consulta con múltiples episodios de diarrea, bajó de peso, le duele la panza todo el día, igual va a ir a hacer la videocolonoscopía”.
Las campañas poblacionales tratan de detectar en gran volumen de una población algún caso de cáncer. “En nuestra experiencia con nuestras campañas, no hemos detectado cáncer de colon. Sí hemos detectado pólipos y eso es lo más importante”, por cuanto al sacar un pólipo en la etapa benigna o cuando se está empezando a malignizar, “estoy haciendo la prevención del cáncer de colon”.
El estudio de factores de riesgo consiste en una serie de preguntas a la persona como si tiene familiares con cáncer de colon, si ha tenido colonoscopías previas donde tenía pólipos. Mediante un algoritmo se determina si la próxima videocolonoscopía se tiene que practicar a los tres, a los cinco o a los diez años.
En el caso sin antecedentes familiares, y donde no se haya encontrado nada, pasa directamente a diez años. “Si vos te haces una colonoscopía hoy y sos lo que se llama riesgo normal, una población que no tiene antecedentes y que no tiene otros factores, ya por diez años te quedas tranquilo. No es como el cáncer de mama que todos los años tienes que hacerte una mamografía” concluyó en su explicación la Dra. Verónica Baró.