Así lo publicó INFOBAE en un informe periodístico sobre le hackeó de documentación de altas autoridades militares chilenas.
Son más de 400.000 documentos del ejercito chileno con clasificación “reservado, secreto y ultrasecreto” fueron objeto de un hackeo de al menos 5 jornadas. Su contenido relativiza la creencia local de que carecen de hipótesis de conflicto respecto a nuestro país.
En la nota publicada por INFOBAE se informa sobre la filtración de archivos clasificados de militares chilenos y la enorme preocupación chilena por la actividad militar argentina.
Uno de los documentos dice: “El nuevo radar de vigilancia y control aéreo emplazado por Argentina en Río Grande (Tierra del Fuego) es motivo de preocupación y deberían arbitrarse los medios para su neutralización”.
Otro: “Argentina acaba de anunciar oficialmente un plan para adquisición de municiones con previsiones para los próximos 10 años que se sostendrá con aportes de un fondo específico aprobado por el congreso”.
De la filtración, que le costó el puesto al jefe del Estado Mayor conjunto de las FFAA chilenas, general Guillermo Paiva, se desprende también que los altos mandos de esa fuerza elevan la ponderación sobre “la amenaza militar argentina” de “riesgo Bajo” a “rango Medio”.
El radar inaugurado en Río Grande el 30 de mayo pasado inquietó a Chile
Vale aclarar que, cuando los analistas de defensa chilenos hablan de neutralizar un radar, no están recomendando un ataque militar. Muy lejos de ello: se trata de generar instrumentos tácticos o estratégicos que impidan que un ojo indiscreto ubicado de este lado de los Andes comprometa intereses o actividades realizadas del otro lado de la cordillera.
El radar RPA-170M inaugurado por el ministro de Defensa Jorge Taiana junto a las máximas autoridades militares el pasado 30 de mayo (en coincidencia con el 40° aniversario del ataque al HMS Invencible por parte de aviones desplegados en Río Grande durante la guerra de Malvinas) fue emplazado en el punto elevado del cabo “Domingo” con la intención de vigilar una considerable porción de espacio aéreo que abarca desde la cordillera hasta al menos 350 kilómetros mar adentro en el Atlántico Sur.
El segundo extracto de la documentación filtrada desde el Estado Mayor Conjunto de Chile da cuenta de la preocupación existente entre los altos mandos del vecino país por la incipiente política de Estado que Argentina está adoptando en materia de defensa.
La documentación filtrada da cuenta de la atención que los altos mandos de Chile prestan a la más mínima inciativa de Argentina en materia de Defensa
Dentro del extenso dossier hoy en manos de organismos militares, diplomáticos y centros de estudios estratégicos del país se destaca entre otras cuestiones, el resquemor con que el EMCO (Estado Mayor Conjunto) chileno observa la intención compartida por el gobierno nacional y el de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas Malvinas de potenciar estratégicamente a esa parte del territorio a partir de la construcción de un polo militar y logístico de envergadura.
“Estamos trabajando en la creación de un puente aéreo antártico con base en Tierra del Fuego, a partir de una ampliación de las bases militares y la construcción de un muelle que además transforme a la isla en un polo logístico antártico del que se servirán no solo nuestras bases sino las de todas las potencias antárticas que deseen hacerlo”, sostienen las autoridades del Ministerio de Defensa.
Como “altamente delicada” califican los analistas chilenos la anunciada intención del Ejército Argentino de desplegar una nueva unidad militar en Tolhuin, Tierra del Fuego. El pasado 19 de agosto, Taiana firmó la resolución ministerial que habilita la creación de la “Guarnición Militar Conjunta Tierra del Fuego”. Precisamente de allí se desprenderá el componente terrestre que preocupa a la inteligencia militar chilena.
Otras preocupaciones militares y políticas
En lo estrictamente castrense, el 90% del material filtrado se relaciona con la República Argentina y en especial con la Patagonia, el Atlántico Sur, Malvinas, los Hielos Continentales, la anunciada condición de Estado bicontinental de Argentina, la proyección antártica y hasta la pesca en el Atlántico Sur. No escapa al ojo de los analistas chilenos el monitoreo del Canal de Beagle y del Estrecho de Magallanes (al que por error en una de las directivasdel PEN se recomendó patrullar en forma conjunta entre las armadas de ambos países). La situación con las comunidades mapuches de ambos lados de la cordillera también es incluida en el capítulo militar.
Dentro de los análisis de inteligencia con mayor clasificación de seguridad, se encuentran varios dossiers relacionados con la figura de Alberto Fernández y del “partido de gobierno”.
“El peronismo es un movimiento nacionalista con características expansionistas y hegemónicas que serán utilizadas tácticamente para posicionar al país como referente regional y proyectar poder hacia el Atlántico Sur”, reza uno de los informes más difundidos en la prensa chilena. En el mismo archivo aparecen reiteradas menciones al primer mandatario argentino del que se destaca su supuesta afición a intervenir en los asuntos internos de los países de la región.
En los archivos de inteligencia chilena filtrados se habla de la tendencia del presidente argentino a inmiscuirse en la política interna de otros países
De este lado de los Andes, causa extrañeza la preocupación chilena por el Atlántico Sur que se contrapone al tradicional principio “Argentina en el Atlántico, Chile en el Pacífico” que ha servido para consolidar la paz entre ambos países.