Dos funcionarios de la Policía de Tierra del Fuego comentaron algunas de las precauciones y medidas preventivas para evitar ser víctima de estafa telefónica, una modalidad delictiva en franco crecimiento en todo el país.
En relación con la creciente modalidad delictiva de estafa telefónica o virtual, tanto en Tierra del Fuego como en el resto del país, el sargento primero Cristian Armani, integrante de la oficina de Información Institucional de la Policía provincial, y el principal Juan Menichetti, vocero de la división Delitos Complejos de la fuerza, por FM Master’s explicaron algunas de las principales recomendaciones a la población para evitar ser víctima en alguna de las modalidades.
Los uniformados introdujeron que el avance meteórico de la tecnología trae aparejado indeseablemente este tipo de delitos, “no solo en Tierra del Fuego sino en todo el país”.
Por esa razón, desde la institución se llevan adelante diferentes campañas de concientización en la página web de la Policía y en redes sociales, para instruir a la gente de qué manera puede resguardar sus datos a través principalmente de videos demostrativos.
La estafa telefónica, consideraron Armani y Menichetti como el engaño más frecuente: “Su finalidad es llevar a la víctima a un engaño, a una ficción y poder adquirir datos sensibles que la comprometan en la cuestión patrimonial”. Al respecto, ejemplificaron “un acceso bancario a las cuentas y sustraer los fondos o bien aplicativos personales como whatsapp, tomar dominio de la cuenta, hacerse pasar por la víctima y cursar mensajes de texto a familiares y seres queridos, para pedir transferencias, obviamente todas ficticias”.
Para identificar los casos, prácticamente siempre se esgrime un pretexto que requiere mucha urgencia, como cuestiones relacionadas con la salud, para así engañar a la otra parte y llegar a concretar el delito.
“Son modalidades que tienen mutabilidad y tiene que ver con el contexto de la ciudad, la provincia o el país”, definieron luego los policías, como el caso de muchas estafas telefónicas recientes donde “supuestos representantes del Ministerio de Salud se comunicaban para el aplicativo para una dosis de la vacuna contra el COVID” y de esa forma perpetrar el ilícito de obtener engañosamente datos.
Los hábiles delincuentes cuentan siempre con un análisis del contexto donde puede haber algún problema “y la actividad criminal por medio de ingeniería social va envolviendo a la víctima y a través de ficciones termina logrando su cometido” apreciaron.
Como es bien conocido, el mayor registro de vulnerabilidad se refleja en adultos mayores, y para los servidores públicos tiene que ver con el uso de la tecnología de la información: “Por lo general los adultos mayores son los más vulnerables por el hecho de no saber lo que significa código token, usuario, contraseña. La actividad criminal envuelve a las personas que quizás por el desconocimiento terminan brindando información”. No obstante, aclararon que gran parte de la población ha sido víctima en todos los rangos etarios.
Lo que consideraron imprescindible es que, en forma inmediata, se haya o no perpetrado el delito, el perjudicado haga la denuncia llamando al número 101 de la Policía “para que el personal policial dé un asesoramiento técnico y asertivo para los pasos siguientes, como el bloqueo de las cuentas u poner en conocimiento a las autoridades bancarias”.
“Del 2019 a la fecha la gran mayoría de los casos son procedentes del Norte del país” señalaron en cuanto al origen de las maniobras delictivas. Muchos de los registros de denuncias con que cuenta la Policía, identifican hechos criminales con llamados telefónicos procedentes de cárceles de Córdoba y provincia de Buenos Aires.
En algunos casos, se trata de verdaderos grupos criminales con una organización y logística considerable, que disponen de cuentas bancarias y acceso a entidades que les permiten blanquear el dinero fruto de la actividad criminal.
El famoso “cuento del tío” también tuvo su versión frecuente en Tierra del Fuego, con llamada telefónica a la población víctima de adultos mayores y mujeres: “Mediante engaños y ficciones convencían a la víctima para un despojo de un dinero ahorrado en divisa extranjera, luego comisionaban a otro integrante de la banda para que pase a retirar el dinero y así concretar el hecho ilícito”.
Un caso emblemático de esta modalidad surgió de investigaciones en junio y julio de este año, que produjo la detención de dos sujetos oriundos de Santa Fe y Buenos Aires, integrantes de una estructura compuesta por varios miembros, cada uno con un rol específico.
