La narración sobre los números del sistema jubilatorio fueguino y la cantidad de empleos estatales en Tierra del Fuego no cierran por ningún lado. La cosa va de presupuestos con déficit millonarios a terminar dando exóticos resultados positivos al final de los últimos años. Ahora, apareció un plazo fijo descomunal en favor de los jubilados del que nadie tenía novedad. A esto se suma que determinar la cantidad de empleo estatal en la isla resulta un dato imposible de contrastar y que la Caja, al mismo tiempo, da superávit, pero persiste la emergencia previsional.
Las voces oficiales repiten que no existe en Tierra del Fuego un sistema jubilatorio de privilegios. Según cuentan, la última modificación previsional ratificó aquellas reformas de enero de 2016, a excepción que abrió lo que llaman ¨una ventana de oportunidad¨ para que un número (hasta ahora indeterminado) de trabajadores puedan acceder al beneficio desde los 55 años con un menor porcentaje de su haber jubilatorio.
Atenti a esto: es decir que quienes en el 2016, cuando se sancionó la reforma, tenían 43 años, podrán continuar jubilándose a los 55 en el 2027 cuando esta “ventana” desaparezca.
Las dudas sobre la sostenibilidad de la Caja de Jubilaciones aparecieron desde el momento mismo de su sanción, y las autoridades las contestaron con serenidad.
Desde entonces se repite sin mayores precisiones financieras y actuariales el estribillo del tema más conocido del grupo musical español ¨El Símbolo¨:
¨Yo te digo todo va a estar bien, no te preocupes más¨.
Sin embargo, como suele suceder, las preguntas al momento de realizarse la Comisión de Presupuesto para analizar el proyecto 2023 no fueron los hechos más relevantes, sino las respuestas que se brindaron.
La Caja proyecta pérdidas, pero termina los años dando ganancias. Es un recurso literario hermoso para explicar una dinámica desde el punto de vista financiero increíble. Proyectas que vas a perder, aunque terminas ganando.
Vamos a pérdida, pero terminamos ganando
La primera pregunta es: ¿Si saben que termina con superávit cuando termina la ejecución del ciclo, para qué presentar presupuesto con pérdidas millonarias?
Y sí el sistema no es sólo sostenible, sino que, además da resultados a favor, qué sentido racional tiene la prórroga de la Ley de Emergencia Previsional.
Por donde se las mire, las explicaciones terminan siendo caricaturescas.
¨No lo sé Rick; parece falso ¨
No es el único debate pintoresco en Tierra del Fuego. La última semana el diputado Federico Frigerio metió en escena la variación del empleo público desde el inicio de la gestión del gobernador Gustavo Melella.
La mayoría, sino todas las explicaciones que se dieron, son imposibles de contrastar con datos oficiales serios.
El primero de los problemas es encontrar datos oficiales confiables para terminar con esta discusión.
Por ejemplo, el Ministerio de Economía de la Nación, el Consejo de Responsabilidad Fiscal, el propio Gobierno fueguino, el padrón de la Caja de Jubilaciones y el de la OSEF y las últimas leyes de presupuesto muestran datos que no coinciden entre sí. Todos tienen un común denominador, en los últimos 3 años el empleo público de Tierra del Fuego habría aumentado al menos un 20% con la cantada aprobación del presupuesto 2023.
La diferencia que dicen unos y otros da por resultados miles de cargos más; cargos menos. Un verdadero disparate.
En estos días la Legislatura se encuentra tratando el proyecto de ley de presupuesto 2023, que contempla: 11.190 vacantes para el Ejecutivo, 700 plantas políticas, 6.600 cargos docentes, 900.000 horas cátedra. EL Poder Judicial solicitó 920 vacantes, el Tribunal de Cuentas 190 y la Fiscalía de Estado se mantuvo estable en 18.
De aprobarse el proyecto, en 5 años el empleo público provincial habría aumentado en 2.384 el Poder Ejecutivo (incluyendo las plantas políticas), 127 vacantes el Poder Judicial y 36 el Tribunal de Cuentas. Aún sumando todos los Poderes y organismos de control, y considerando un periodo de 5 años, estamos lejos de los más de 4.884 ingresos que denunció el Diputado Federico Frigerio contra la gestión Melella.
Como se ve, las cantidades que se dicen y contradicen son despampanantes.
Claro que todos estos números pasan por la Legislatura del ¨consenso¨. La misma que declaró la emergencia económica hasta el 31 de diciembre del 2021 y 6 meses después autorizaba un aumento de 599 vacantes y la toma de deuda para pagar 7000 millones de deuda contraída en 2022 para pagar salarios.
Asumamos que la modificación previsional fue votada por unanimidad, al igual que las leyes de presupuesto en donde los cargos, las horas cátedras y las vacantes se fueron para arriba.
A falta de datos; datos
No todo está perdido y hay un dato relevante del que agarrarse: el padrón que se usará el próximo 16 de noviembre para elegir directores para la Seguridad Social fueguina tiene 31.188 personas habilitadas para votar, 25.448 activos y 5.740 pasivos, con un corte de datos a varios meses atrás.
De estos 31.000 habilitados aproximados, 13.345 son hombres, mientras que mujeres son 17.843.
El padrón oficial para las elecciones en 2019 tenía 30.172 personas habilitadas para sufragar. Una diferencia de 1.016 personas más.
Pero, sumemos que la Legislatura aprobó la incorporación de más de 600 nuevas vacantes y que el proyecto de presupuesto 2023 tiene cargados 11,190 cargos para el Poder Ejecutivo y 700 puestos de gabinete que aun no figuran es el padrón electoral que se usará el próxima 16 de noviembre.
Tengamos en perspectiva que la Ley de Presupuesto 2020 tuvo 10.106 cargos y el 2023 nos encontrará con 1.784 más, entre nuevas vacantes y cargos de gabinete.
Uno más uno, no siempre da dos en esta lógica
Al momento, no hay dos datos que coincidan entre sí ni para el sistema previsional como para establecer con claridad el número de cargos provinciales.
Y las explicaciones de la posverdad política superan ampliamente a los datos oficiales.
Números por mucho más, números por mucho menos, la sociedad está sumergida en una dinámica que no puede entender porque ambos bandos solo quieren que quede sobrevolando su verdad.
Escuché todo tipo de explicaciones en estas dos últimas semanas para tratar de entender todo este gran berenjenal, en el ejercicio de entender cuántos y dónde están registrados.
Me quedé con la sensación íntima que muchos y diversos actores políticos explican solo para intentar vendernos datos sobre la situación fueguina que distan de ser reales.
Acaso: ¿nadie aprendió de los riesgos de los monólogos mal explicados?